SUBEMPLEO... ¿MEJOR EMPLEO?

Por Ricardo Alemán.

¿Sabía usted que, en promedio, un vendedor ambulante gana más que los guardias de seguridad, un empleado doméstico o un operador de maquinaria?

De acuerdo con datos del INEGI, la informalidad parece ser más redituable que algunos empleos establecidos legalmente.

 

Y es que, mientras los ambulantes ganan –en promedio– $28.26 en una hora–, los empleados de comercios establecidos, los de actividades agrícolas o ganaderos e incluso algunos empleados de fábricas llegan a obtener sólo 17 pesos en el mismo lapso.

Y eso no es todo, los vendedores ambulantes no tienen que cumplir con un horario, no pagan impuestos, no responden a un patrón y tampoco deben cumplir estándares de calidad y/o eficiencia.

Es decir, el llamado subempleo parece ser una opción poco menos que ideal para un importante sector de la población.

Quizá por eso, en este momento –según cifras oficiales– existen un total de 14.2 millones de personas dentro del sector informal, de las cuales 2 millones 197 mil son vendedores ambulantes.

¿Y esto qué quiere decir?

Que a pesar de no tener las bondades de un contrato y un trabajo fijo –como las prestaciones y algún otro tipo de apoyos económicos– los trabajadores informales prefieren la ilegalidad pues se trata de una actividad que exige poco pero, a la larga, es mejor remunerada.

¿Qué tienen que decir las autoridades al respecto?

¿A poco cuentan con un programa de apoyo social lo suficientemente atractivo como para sacar a estos millones de subempleados de su zona de confort y embutirlos en los horarios, las exigencias y las obligaciones de la formalidad?

Seguramente no.