Pare de sufrir, únase a Morena
Cecilia Soto*
“Los
afiliados a Morena se denominarán protagonistas del cambio verdadero”...
Después de leer el proyecto de estatutos del Movimiento de Regeneración
Nacional, Morena, queda la duda de si una vez cumplidos los requisitos,
ese movimiento solicitará su registro ante el Instituto Federal
Electoral, IFE, o ante la Subsecretaría de Asuntos Religiosos de la
Secretaría de Gobernación. El documento está imbuido del lenguaje de
Andrés Manuel López Obrador, AMLO, y más que un movimiento o partido
político formado por hombres y mujeres comprometidos con un programa y
una visión de México, parece proponerse la inclusión de hombres y
mujeres superiores animados por una misión ultraterrenal: profetas del
cambio verdadero.
El documento que menciono
(www.lopezobrador.org.mx) será revisado y adoptado en el Congreso
Nacional de Morena, el 19 y el 20 de noviembre próximo, justo a tiempo
para informar al IFE, en enero de 2013, sobre su intención de solicitar
el registro como partido político. Aunque en la asamblea del 9 de
septiembre en el Zócalo, López Obrador afirmó que en ese proceso se
consultará si Morena se transforma en partido o continúa como asociación
civil, es obvio que la apuesta es cumplir con todos los requisitos para
llegar como partido político constituido para las elecciones de 2015.
Morena podría ahorrarse el prolijo proceso que manda la legislación
electoral si tomara alguno de los registros del PT o del Movimiento
Ciudadano, pero no lo hará si puede evitarlo. El proyecto de estatutos
imagina un partido que no tenga ninguno de los vicios que plagan a esos
partidos y, en realidad, a cualquier partido político: clientelismo,
patrimonialismo, perpetuación en los cargos, etcétera.
En una introducción del Proyecto de
Estatutos se define a Morena con aspiraciones con las que no se podría
estar en desacuerdo: un país justo, libre de corrupción, en el que haya
un cambio verdadero y este último se resume de la siguiente manera: “El
cambio verdadero es hacer realidad el amor entre las familias, al
prójimo, la naturaleza y la patria”. Un amor que, sin embargo, sólo
alcanza a los integrantes del Movimiento porque, por ejemplo, en su
discurso del Zócalo, AMLO definió a los integrantes del equipo de
transición de Enrique Peña Nieto como “hombres y mujeres de la más baja
calidad moral”.
Los integrantes de Morena tienen que ser superiores:
“A l@s integrantes de MORENA no los
moverá la ambición al dinero ni el poder para beneficio propio; L@s
miembros de nuestro movimiento buscarán siempre causas más elevadas que
sus propios intereses, por legítimos que sean”. Y para afiliarse tendrán
que cumplir con lo siguiente:
“Artículo tercero. Podrán afiliarse a
MORENA l@s mexican@s mayores de quince años dispuest@s a luchar por un
cambio verdadero, y que estén de acuerdo con los principios, valores y
formas de organización que nuestro movimiento determine. L@s afiliad@s a
MORENA se denominarán protagonistas del cambio verdadero.”
Y en cuanto a las reglas
democráticas internas: “En MORENA no se permitirá ninguno de los vicios
de la política actual: el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, el
patrimonialismo, el clientelismo, la perpetuación en los cargos, el uso
de recursos para imponer o manipular la voluntad de otr@s, la corrupción
y el entreguismo.” Y a partir de estos deseos, el documento propone
reglas internas que impiden que funcionarios electos puedan participar
en cualquier nivel de dirección del Movimiento. También se prohíbe la
reelección inmediata a cualquier cargo interno.
“En MORENA la participación será
libre e individual, sin corporativismos de ninguna índole. No se
reconocerán facciones, corrientes o grupos.” “No se permitirán las
planillas.”
Y el párrafo siguiente hace imposible el trabajo
conjunto del PRD con el grupo de AMLO: “L@s miembros de MORENA no se
subordinarán ni buscarán alianzas con representantes del régimen actual y
de sus partidos, a partir de la presunta necesidad de llegar a acuerdos
o negociaciones políticas pragmáticas, de conveniencia para grupos de
interés o de poder.”
¿Partido político u orden religiosa?
Lo sabremos cuando se pueda comparar el proyecto de estatutos que
comento con el documento que adopte el Congreso Nacional, pero me temo
que no será muy diferente. Comentémoslo en Twitter: ceciliasotog
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