El huevo y el cascarón
¿Qué va a hacer ahora Marcelo Ebrard?, ¿le va a disputar la hegemonía de la izquierda a López Obrador?
José CárdenasLa primera consecuencia de la bipartición celular de la izquierda es que ahora Andrés Manuel López Obrador dispondrá abiertamente de un presupuesto público para sus actividades.
Ya no vivirá de prestado.
Dicho de otro modo, ahora lo va mantener abiertamente el Estado… y no dependerá sólo de las limosnas de sus partidos satélites (PT y Movimiento Ciudadano) ni (únicamente) de las arcas del GDF.
El cálculo es matemático y político.
Andrés Manuel cuenta con otro gran capital: buena parte de los 16 millones de votos obtenidos por la izquierda el 1 de julio debidos a su liderazgo y carisma.
–Entonces, ¿quién no vislumbra a López Obrador a lomos de un nuevo jumento, cabalgando por otro largo y sinuoso camino rumbo a 2018… en pos de su irremediable obsesión?
Por la libre no tendrá que pagar cuota.
Andrés Manuel se va del PRD porque ha dejado de ser factor de unidad… cada vez eran más quienes lo miraban como un lastre.
Los malévolos pronostican que los haberes de AMLO cuando mucho le alcanzarán para preparar la siguiente queja electoral en 2018.
De aquí a entonces nadie le hará sombra… aunque Marcelo no se haga a un lado para la próxima.
Precisamente más allá de la ruptura con el PRD y de las debilidades de sus medidas de resistencia social —al menos las que ha anunciado—, hay un personaje en crisis.
–¿Qué va a hacer ahora Marcelo?, ¿le va a disputar la hegemonía de la izquierda a López Obrador?
Si decide hacerlo no se ve claramente una plataforma desde la cual pueda hacer política. El encarguito de la ONU, con eso de las Ciudades Seguras, significa poco.
Mientras Marcelo se pasea por el mundo convertido en una especie de policía diplomático, Miguel Ángel Mancera comienza a jugar en las ligas mayores.
–¿O imagina usted a Marcelo en las boletas electorales de 2018… bajo el logotipo del PRD?
Los perversos dirán que mejor les iría con René Bejarano...
El adiós de López Obrador representa forzosamente un reacomodo de la izquierda mexicana. La incógnita por despejar en esa ecuación mostrará al más pesado: Andrés Manuel, la yema del huevo o el cascarón que le deja al PRD.
MONJE LOCO: Quien ríe al último ríe mejor. Los rivales “dialoguistas” de Andrés Manuel festejan su partida: “(Ha llegado) el fin de la esquizofrenia política”, afirma el Chucho Mayor. Otros integrantes de Nueva Izquierda, como Guadalupe Acosta Naranjo o el diputado Fernando Belaunzarán, despiden al que fuera “su” adorado jefe… pero ninguno le ruega quedarse. –¿Brillará el
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