El Daily
La búsqueda se centra en el hombre detrás de la 'blasfema' película que pinta a Mohammed como un fraude, un pedófilo y un mujeriego y que provocó las mortales protestas después de que los registros revelaran que al parecer no existe.
El productor, cuya película dio lugar a las manifestaciones que dejaron al embajador de EE.UU. en Libia y a otros tres funcionarios estadounidenses muertos este martes, afirmó que era un Judio de Israel llamado Sam Bacile y que vivía en California.
Pero su identidad comenzó a desmoronarse cuando las autoridades israelíes dijeron que no tenían ningún registro de que él fuera ciudadano israelí, y no había registros de propiedad, teléfono, licencia o tribunal de Bacile en California.
A pesar de afirmar que había gastado $5 millones en la película, él tampoco tiene prácticamente ninguna huella en la comunidad de Hollywood, no tiene un agente que aparezca en IMDBPro y no hay créditos en ninguna producción de cine o TV.
Steve Klein, un consultor de la película, dijo a National que Bacile no es israelí o judío y está, de hecho, trabajando bajo un seudónimo - pero él no sabe el nombre real del hombre.
Plantea interrogantes sobre la verdadera identidad del hombre detrás de la "ofensiva" película y sus motivos para crear una película que prometía desatar indignación - y muerte.
Afirmó que la película de dos horas cuesta $5 millones y fue financiada con la ayuda de más de 100 donantes judíos, que creen que la película va a ayudar a su país de origen mediante exponer las fallas del Islam en el mundo.
La película "publicada" en el mundo musulmán el 11-S está claramente diseñada para enfurecer al mundo musulmán, algo así como la forma en que los ataques del 11 de Septiembre enfurecieron a muchos en los EE.UU.
Y ahora el director de cine resulta ser un hombre misterioso. Muy interesante.
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