martes, 27 de septiembre de 2011

Obama: Frente a frente con su fracasada política


El presidente Obama pronunciando un discurso durante una cena del Caucus Negro del Congreso de Estados Unidos (CBC). Foto: Chris Kleponis

El discurso del presidente Obama ante el Caucus Negro del Congreso de Estados Unidos (CBC) este fin de semana fue otro grito de guerra para que aprueben su propuesta de empleo. Mientras tanto, el país está perdiendo la fe en “la esperanza y el cambio” por los que el pueblo votó hace menos de cuatro años.

Algunos miembros del CBC se molestaron con Obama después de que el presidente les dijera que “dejan de quejarse” por la mala situación económica del país y los altos índices de desempleo. El índice de desempleo afroamericano se sitúa en el 16.7% — todo un récord de 27 años y ha subido un 11.5% desde que Obama asumió el cargo, de acuerdo a datos de la Oficina de Estadísticas Laborales.

Con su discurso, Obama irritó a líderes como la representante Maxine Waters (D-CA) cuando instó a los miembros del CBC de esta forma: “Pasen página. Dejen de quejarse, dejen de lamentarse, déjense de lloriquear”.

Waters dijo que el discurso de Obama le pareció “un poco extraño” y señaló que el presidente no se ha dirigido de forma tan brusca a otros grupos demográficos.

Hace apenas cinco meses que el 83% de los afroamericanos tenían una opinión “muy favorable” de Obama. Ahora solamente el 58% la tiene, según una nueva encuesta del Washington Post-ABC News. De hecho, sus índices de preferencia entre todos los grupos demográficos están descendiendo.

En cuanto a la propuesta de empleo, los líderes del Senado no están muy entusiasmados con la idea de contribuir a su promoción. El líder de la mayoría del Senado Harry Reid (D-NV) dijo la semana pasada que el Senado estaba “bastante atorado ahora”, lo que indica que habría que esperar un tiempo antes de que la Cámara encontrara el momento de hacerlo.

Con el mercado laboral más débil desde la Gran Depresión, ¿cómo puede el presidente esperar que “marchen conmigo”, como exigió este fin de semana en su discurso cuando parece no tener idea ni de dónde ir? Su propuesta de empleo –con sus aumentos de impuestos y su retirada en el tema de los derechos a beneficios– lo demuestra.

Curtis Dubay, experto de la Fundación Heritage, afirmó después del discurso del presidente acerca de su propuesta cargada de gravosos impuestos:

La peor parte de estos aumentos de impuestos recaería sobre los creadores de empleo – negocios que contratan trabajadores y atraen inversionistas— que la economía necesita desesperadamente para comenzar a sumar nuevos puestos de trabajo. Subir los impuestos solo hará que haya más recortes en sus planes de contratación o que los descarten por completo. Y sin abordar seriamente el gasto, los impuestos tendrán que aumentar constantemente.

La economía y el pueblo americano no pueden permitirse el concepto de reforma fiscal del presidente ya que amplía el tamaño del gobierno y mata la creación de empleo.

Hasta ahora, los planes del presidente para mejorar la contratación han decepcionado a ambos partidos y ha irritado a casi todos los grupos demográficos. Se define como locura seguir haciendo una y otra vez algo que no funciona en espera de alcanzar un resultado diferente. La incapacidad del presidente para reconocer este hecho es lo que está llevándolo en una dirección en la que seguramente no quiere ir.

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