martes, 27 de septiembre de 2011

Una Europa de exclusión

Presidencia de la UE

Copenhague
Bojesen

El próximo 1 de enero, Copenhague asumirá la presidencia de turno de la UE. Dos grandes asuntos esperan al Gobierno de izquierdas elegido recientemente: el euro y Schengen, símbolos de una UE que ya no sabe poner orden.

A mediados de enero, cuando la nueva primera ministra danesa, la social-demócrata Helle Thorning-Schmidt suba al hemiciclo del Parlamento Europeo para presentar la presidencia danesa de la UE, quizás sea el comienzo de una dura partida para ella. La eurozona y el espacio Schengen, dos de los principales proyectos políticos de la UE, atraviesan una grave crisis. Y aunque Dinamarca no sea una parte importante en ninguno de los dos asuntos [pues no es miembro de la eurozona] estos influirán en gran medida en la presidencia y en el lugar del país en la UE.

Por lo pronto, ya estamos implicados en la reforma de Schengen. Para satisfacer al Partido Popular Danés [de extrema derecha], el primer ministro saliente, el liberal Lars Løkke Rasmussen, aceptó reforzar los controles aduaneros en las fronteras de Dinamarca, con lo que provocó a los países vecinos y a las instituciones europeas.

La "peligrosa tendencia" de Dinamarca

El 16 de septiembre, la Comisión Europea propuso finalmente exigir la autorización de Bruselas antes de cualquier restablecimiento provisional de los controles en las fronteras por parte de un país. El proyecto, inicialmente incluido en el orden el día de la Comisión del martes anterior, se ha aplazado como por arte de magia al día después de las elecciones legislativas danesas.

Más que preguntarse si se trataba de una iniciativa inteligente o de una estratagema, convendría constatar hasta qué punto la Comisión teme los debates nacionales sobre estas cuestiones. También resulta interesante observar el doble juego en la presentación del proyecto de la reforma de Schengen. Por una lado, se precisa que los controles aduaneros daneses no se encuentran en el origen del proyecto de la Comisión, ya que se trata de controlar la inmigración ilegal; pero, por otro, la comisaria encargada de estos asuntos, la sueca Cecilia Malmström, en privado ha señalado a Dinamarca como ejemplo de una "peligrosa tendencia" hacia el regreso de las fronteras interiores de la UE.

Este doble juego implica dos desafíos para la presidencia de la UE de Helle Thorning. Por una parte, aunque la batalla en las fronteras concierne sobre todo a la inmigración ilegal en Europa del Sur, se asocia inexorablemente a Dinamarca en el debate sobre la política europea; por otra, el ambiente en la UE en general está muy caldeado justo cuando Dinamarca retoma las riendas de Europa, cosa que no hacía desde 2002, durante la fastuosa época de la ampliación hacia el Este. Entonces, sobre todo se trataba de ver cómo la UE podía integrar al máximo número de países miembros posible en el máximo de ámbitos.

Una renegociación difícil de los tratados

Con las crisis dentro del espacio Schengen y la eurozona, actualmente nos preguntamos más bien sobre las condiciones necesarias para excluir a un país. Pero el proyecto presenta también una novedad: un país que no garantiza la seguridad de las fronteras exteriores de la UE debe poder excluirse provisionalmente del espacio Schengen.

En el seno de la Comisión, esta disposición se califica como “cláusula griega”. En principio podría afectar también a Italia u otros países, pero se dirige sobre todo al débil sistema de inmigración de Grecia. Y el círculo se cierra con el otro seísmo político del momento, la crisis de la deuda en la eurozona. Grecia se ha convertido en el símbolo mismo de un caos administrativo y de un endeudamiento cada vez más pesado de soportar para Alemania y los demás países ricos de la eurozona.

Cuando el presidente francés y la canciller alemana aseguraron el 14 de septiembre que no tenían intención de excluir a Grecia de la eurozona, su declaración tuvo casi el efecto inverso al previsto. Porque, el mismo hecho de que Sarkozy y Merkel sintieran que era necesario aclararlo era impensable hace unos años.

Hasta diciembre de 2009, con el Tratado de Lisboa, la UE no dispuso de normas que autorizasen explícitamente a un país a salir de la UE. Sin embargo, no podemos ser excluidos, no más que de la eurozona, a menos que Alemania, Países Bajos u otros estén de acuerdo en realizar una reforma completa de las normas fundamentales. En este caso, la presidencia danesa podría tener que encargarse de una nueva y difícil negociación de los tratados comunitarios.

En el infierno se puede reír

Grecia

Paris
“Nosotros vamos al café. Es lo único que nos queda” - Una maestra ateniense.

“Nosotros vamos al café. Es lo único que nos queda” - Una maestra ateniense.

Muchos griegos sienten que les están robando su futuro. Pero ¿a quién responsabilizar de esta situación? Uno escribe una carta a Angela Merkel, otro quiere que su pueblo revise sus valores. Un reportaje en Atenas, donde la gente ríe de desesperación. Extractos.


Se ríe. Aún se ven personas riéndose en los cafés. Muchos cafés están a rebosar de clientes. Ir al café es un acto de rebelión, contra esas jornadas que hacen enloquecer, contra esas mañanas en las que saben, al abrir los ojos, que se han adentrado un poco más en el túnel y empiezan a sentir cómo aumenta el pánico. Se sientan delante de un café expreso y un vaso de agua, a menudo durante horas, con la mirada fija en esta ciudad que cada vez les resulta más extraña y en este país que se les escapa. "Ustedes, los alemanes, salen al campo a coger champiñones", dice Ersi Georgiadou. "Nosotros vamos al café. Es lo único que nos queda".

Ersi Georgiadou conoce bien a los alemanes. Enseña su idioma a los griegos. Algo que ahora resulta más difícil que antes. Este año, los alumnos no tenían libros de texto al iniciar el curso. Les dieron un CD y ahora tienen que imprimir los primeros capítulos en casa o bien conseguir las fotocopias. Ersi Georgiadou se lleva las manos a la cabeza y comienza a reírse. De nuevo, un síntoma de desesperación.

Debe vivir con la idea de que, a partir de ahora, ante los ojos del mundo y de los alemanes, a los griegos se les considera unos ladrones y unos perezosos. Y la parte de la población culpable de los robos también ha robado al país su futuro. "Ya no sabemos qué nos espera la próxima semana", suspira Ersi Georgiadou. "La gente sólo piensa en el día siguiente. Sólo se habla de sobrevivir". El miércoles es el día de pago y la profesora sigue sin saber qué porcentaje de su sueldo recibirá.

La isla en la que uno de cada cinco es ciego


Por un lado, tienen un Gobierno incompetente, aterrorizado y que carece de estrategias, como piensa la mayoría de personas; por otra, ladrones y defraudadores a los que de momento no se les ha pedido ninguna explicación. Ersi Georgiadou vuelve a reírse y nos habla de la isla de Zakynthos, donde uno de cada cinco habitantes ha declarado ser ciego, lo que sería sorprendente desde el punto de vista médico, a menos que no sea algo relacionado con el lucrativo subsidio destinado a los invidentes. El Gobierno acaba de enviar a un grupo de oftalmólogos a la isla para que lo investiguen. Ersi Georgiadou confiesa que ha empezado a hacer acopio de víveres. Aceite, arroz, miel. "Pero intento mantener una actitud positiva". Algún día las cosas acabarán arreglándose. "¿En diez o quince años, quizás? ¿No cree?".

Las cosas tienen que cambiar. Unos se marchan, otros gritan a pleno pulmón para expresar su cólera, otros se suicidan. El suicidio siempre ha sido un tabú en esta sociedad en la que la Iglesia ortodoxa lo domina todo. Las cifras oficiales del suicido nunca han reflejado la realidad: la vergüenza impide a las familias confesar que uno de sus miembros se ha matado. "Nosotros, los griegos, no somos gente depresiva. Somos ruidosos y extrovertidos. Nunca se han producido muchos suicidios", asegura el psicólogo Aris Violatzis. "Hoy se registra la mayor progresión mundial".

En muchas ocasiones, el desencadenante es la situación social o económica, analiza el terapeuta. En su opinión, el Gobierno debe actuar ante esta situación. "Estas personas no se quieren morir. Lo que quieren es acabar con su dolor. Ahí es donde comienza la responsabilidad del Estado". También tiene un mensaje dirigido a los europeos: "La diabolización de Grecia atenta contra la sensatez. El pánico cunde entre los europeos y se dicen a sí mismos: sólo tenemos que quemar a una bruja para que el resto nos purifiquemos. Pero ¿es realmente la pequeña Grecia y sus diez millones de habitantes los que han provocado este cataclismo financiero? Es una caza de brujas".

La carta para Angela Merkel

Otros prefieren reconocer los fallos del país. Como Costas Bakouris, de Transparency International y antiguo empresario de éxito. "Individualmente, somos personas de gran talento. Pero colectivamente, somos un auténtico desastre", afirma al hablar de los griegos. "Tenemos que revisar nuestro valores". Pero el panorama no es totalmente negro. El turismo aumenta, las exportaciones se incrementan más de un 10%. Y en 2010, la corrupción descendió por primera vez en Grecia. "Es un comienzo".

Otras personas se niegan a creer en este rayo de esperanza. "Es una cuestión de dignidad", afirma Thanos Tzimeros. Este hombre ha hecho lo que pensaba que debía hacer. Ha escrito una carta a Angela Merkel, esa canciller alemana que tantos medios de comunicación griegos se dedican a demonizar. La carta es una acusación contra Grecia, envuelta en una petición de ayuda. En ella habla de "transacciones obscenas", de "ilegalidad orgiástica", y por supuesto del "principal infractor de las leyes", es decir, el mismo Estado griego. Thanos Tzimeros pide que los europeos no den ni un céntimo más a su país mientras los observadores de la UE no hayan constatado el cumplimiento de todas las promesas de reforma. Además, los alemanes deberán encargarse de estos controles. Thanos Tzimeros ahora quiere fundar un nuevo partido.

“Los alemanes asustan mucho”

¿Y tiene cabida el humor en el infierno? ¿Cuando el culpable está atado a la rueda y se tiran de las cuerdas, milímetro a milímetro, hasta que se oye el gran crujido que anuncia la ruptura de sus miembros? "Ahí es donde está precisamente", asegura el autor y realizador Michalis Repas. ¿De verdad? ¿Esta época se presta a la comedia? La respuesta es rápida como una bala: "Sí, a la perfección". "Perfectamente", confirma Thanasis Papathanasiou, su co-autor. Son dos realizadores de teatro y cine reconocidos, que han escrito una obra titulada con un nombre alemán, "Raus"[¡Fuera!]. Trata sobre el dueño de un burdel que hace pasar su establecimiento por un instituto cultural ante la Unión Europea y de un inspector alemán enviado a Atenas para comprobar que el dinero se ha empleado debidamente.

¿Y por qué un alemán? "Son modelos de rigor", responde uno. "Y además asustan mucho", prosigue el otro. "Raus" se sigue representando desde hace más de un año.

Los dos no se limitan a hacer reír: son dos autores politizados que con sus comedias también intentan analizar el nuevo ejemplar que sale a la conquista del mundo y que han bautizado como "el hombre codicioso". Éste acaba por devorarse a sí mismo. Michalis Repas y Thanasis Papathanasiou son europeos convencidos y no tienen ningún reparo a la hora de tratar el asunto de estos alemanes hoy tan criticados en Grecia. Su nueva obra es la adaptación de una farsa anti-nazi de Ernst Lubitsch, "Ser o no ser".

Harry Reid: Cómo inventarse una crisis

Escuchando al líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid, o leyendo el New York Times ayer daba la impresión de que las víctimas de las ayudas para desastres estaban sufriendo por la falta de ayuda del gobierno.

“Sin financiamiento adicional”, advirtió Reid, “miles de personas que han perdido literalmente todo lo que poseían se verán forzadas a pasarlo sin alimentos ni cobijo”.

El New York Times, informando desde Tunkhannock, PA, apuntaba que: “Desarraigada y desolada, la gente trabajadora de esta parte del país espera algo más de su gobierno”.

Ayer, con Reid al filo mismo de un cierre del gobierno, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) anunció que las cosas no eran tan tremendas. La agencia tiene $114 millones a mano para el resto de la semana, suficiente para llegar al fin del año fiscal, este 30 de septiembre.

Así pues la agenda de los partidarios de “gastar y gravar” queda ahora clara. El presidente Obama creó el problema por sobreutilizar a FEMA en casos de desastre, todo un récord de 222 veces en lo que va de año cuando la ayuda federal no era esencial. Luego, los progres se inventaron una crisis y explotaron la ayuda asistencial de las víctimas de desastres para continuar ampliando el tamaño del gobierno. Peor aún, algunos miembros de los medios de comunicación ayudaron en la labor.

Ni una vez en la historia de ayer del Times se menciona el papel de las organizaciones privadas de beneficencia que están en Tunkhannock y sus alrededores. Sin embargo, unas cuantas llamadas de teléfono de Heritage revelaron que estas organizaciones están haciendo una gran labor con las víctimas de las inundaciones. Juegan un papel vital que Reid y los partidarios del Gran Gobierno ignoraron por completo en la disputa por los fondos.

Fíjense en Wyoming County United Way, por ejemplo. Su directora ejecutiva, Connie Pheiff, dijo que se ha visto abrumada por el generoso apoyo de la comunidad. Particulares han donado alimentos, ropas y mobiliario — tanto así que Pheiff ahora está buscando un almacén en Scranton para guardar los objetos hasta que las víctimas de las inundaciones estén preparadas para aceptar las donaciones.

La industria privada también ha dado un paso adelante para marcar una increíble diferencia en la comunidad. Pheiff agradeció haber recibido el apoyo de algunas compañías de petróleo y gas, muchas de las cuales hacen prospecciones de fractura hidráulica en busca de gas natural en el área. Estas compañías suspendieron su trabajo durante días para ayudar a los evacuados a toda hora.

Hasta ahora, Wyoming County United Way ha recibido 2,000 solicitudes de ayuda para desastres. Pheiff espera que ese número se haya más que duplicado en las próximas semanas. La organización está ofreciendo vales de servicios y proveyendo apoyo para alojamiento temporal. Pheiff dijo que las donaciones privadas a su grupo han hecho posible esta labor.

Aunque la rama local de United Way está ayudando con el alojamiento, otros grupos se han prestado a alimentar a las familias. Ed Shaffer, del comedor de beneficiencia Seven Loaves Soup Kitchen, en Tunkhannock, suministra productos a albergues con comedores y recolecta artículos perecederos de organizaciones comunitarias. Shaffer dice que no ha habido escasez de donaciones.

El banco de alimentos Weinberg Regional Food Bank, mientras tanto, ha alimentado a 6,500 familias, el equivalente de 15,000 personas. Gene Brady, director ejecutivo de la Comisión de Oportunidad Económica, dijo que el banco de alimentos está prestando ayuda en los tres condados más afectados en las inundaciones de Pensilvania.

El banco ha recibido 233,863 libras de alimentos y repartido 176,759 libras. Brady atribuyó el éxito a compañías privadas como Procter & Gamble, Nature’s Way y Wegmans por entregar grandes donaciones de productos de papel y alimentos. Los comerciantes locales también se han prestado a ayudar.

Estos solo son unos cuantos ejemplos que encontramos en Pensilvania. Pero estas historias no son casos aislados. Comunidades de todo Estados Unidos se han unido tras los desastres para asistir a los necesitados. Hacen además un trabajo mejor que FEMA o cualquier otra agencia gubernamental.

Los expertos de Heritage James Carafano y Jennifer Marshall, escribiendo sobre la respuesta de particulares a los desastres, señalan: “El mayor avance que Estados Unidos puede hacer para preparanse ante desastres catastróficos es forjar mejores programas personales, una mentalidad de estar listos para cualquier contingencia y comunidades flexibles y autosuficientes”.

Esto es así porque estos grupos están más implicados personalmente con las víctimas de lo que ninguna agencia o burócrata del gobierno pueda estar nunca. Ryan Messmore, de Heritage, señala:

Motivados por profundas convicciones y compasión, estas organizaciones pueden dar la afectuosa asistencia y ayuda que los programas gubernamentales no pueden ofrecer. Y a menudo lo hacen con menos dinero. Más pequeñas y flexibles que la mayoría de las burocracias federales, las congregaciones locales y las organizaciones caritativas también pueden generar innovación social creativa que beneficie a aquellos en necesidad.

En su discurso en el Senado ayer, Reid elogió encendidamente los milagros obrados por FEMA mientras que criticó duramente a los que pedían reducciones de gasto para compensar el gasto adicional.

“Los republicanos no deben seguir bloqueando que FEMA obtenga los recursos que necesita para ayudar a las víctimas de desastres”, dijo Reid, una aseveración que incluso FEMA ha desacreditado.

Reid no supo reconocer ni a una sola organización caritativa y su labor ayudando en el desastre. El New York Times publicó un artículo de 1,000 palabras sobre la misma comunidad que les hemos comentado. Tras leer el artículo del Times se podría pensar que no existen allí las organizaciones caritativas.

Los progres en Washington y Nueva York han pasado demasiado tiempo aislados en su burbuja. Piensan demasiado en el gobierno como la solución para resolver todos los problemas de la nación. Pero es hora de poner de regreso nuestra fe en nuestras comunidades.

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