jueves, 1 de noviembre de 2012

LA LISTA: SIN ESTADO, SIN DERECHOS


¿Por qué algunas comunidades pueden verse privadas de una nacionalidad?

Según ACNUR, unos 12 millones de personas viven actualmente en el mundo sin poseer nacionalidad alguna. La condición de apátrida implica la imposibilidad de ejercer muchos derechos: acceso a la educación, trabajar en condiciones legales o la obtención de un pasaporte. He aquí diez ejemplos de comunidades de apátridas que por distintas razones se ven privadas de un país.

Romanís en Europa

Población apátrida: unos 70-80 mil romanís europeos carecen de nacionalidad.
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© ACNUR / L. Taylor
Jóvenes romaníes desplazados por la fuerza del sudeste de Europa.
Antecedentes: en las últimas décadas, la causa de muchas apatridias ente la población romaní tuvo que ver con las guerras balcánicas y el éxodo de muchos gitanos a otros países. La escisión de la República Checa y de Eslovaquia originó también que decenas de miles de romanís se convirtieran en apátridas.

Situación actual: tanto la OSCE como la Unión Europea han trabajado en los últimos años para favorecer la integración social y legal de las comunidades más excluidas. En 2005 se puso en marcha la iniciativa Década para la inclusión gitana firmada por los países europeos que cuentan con una población romaní mayor. En 2015 se cumple por tanto el plazo que la UE dio para regularizar la hasta ahora no resuelta situación de los gitanos europeos.


Burkineses y malienses en Costa de Marfil

Población apátrida: ni siquiera ACNUR puede ofrecer cifras aproximadas sobre la población de apátridas que viven en Costa de Marfil. Podríamos estar hablando de unos pocos miles o de hasta 900 mil personas.

Antecedentes: Tras la independencia de Costa de Marfil, en 1960, el Gobierno promovió la llegada de inmigrantes desde los países vecinos para colaborar en el despegue económico marfileño, con un sistema productivo basado casi exclusivamente en el cultivo del cacao. La mayoría de estas personas provenían de Burkina Faso, y en menor medida también de Malí. Sus descendientes se enfrentan ahora al problema de obtener el reconocimiento como ciudadanos marfileños, no teniendo derecho, por ejemplo, a poseer tierras en concepto de propietarios.

Situación actual: al actual presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, cuyo padre había nacido en Burkina Faso, se le impidió presentarse a las elecciones de 1995 debido a su origen. Está por ver si Ouattara implementará medidas que amplíen el reconocimiento de la ciudadanía a los descendientes de inmigrantes, concediéndoles también derechos económicos y sociales. Esta por ver si todos estos cambios traen inestabilidad a un país que estuvo al borde la guerra civil tras las últimas elecciones, celebradas a finales de 2010.
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Getty images        

Hmongs en Tailandia

Población apátrida: ACNUR calcula que unas 542 mil personas –algunas fuentes ofrecen cifras mucho más abultadas- pueden carecer de nacionalidad en Tailandia, la gran mayoría pertenecientes a minorías étnicas del país.

Antecedentes: la dificultad para obtener la nacionalidad tiene que ver, en algunos casos, con la pertenencia a una étnica que no ha mantenido relaciones históricas fáciles con el Gobierno de Bangkok. En este sentido, destaca la etnia hmong , proveniente de Laos, utilizada por EE UU en la guerra de Vietnam y que luego ha sufrido numerosas persecuciones y dificultades a la hora encontrar su acomodo en la región del triángulo de oro: Laos, Tailandia y Birmania.

Situación actual: aunque el Gobierno tailandés ha llevado a cabo en los últimos años la regularización de muchos apátridas, el país aún es uno de los que más apátridas registra en todo el mundo. Al mismo tiempo, miles de descendientes de tailandeses residentes en Japón sin el permiso necesario, afrontan a su vez esta condición.

Indonesios y filipinos en Malasia

Población apátrida: las organizaciones no gubernamentales que trabajan en Malasia estiman que puede haber unos 50 mil descendientes de indonesios apátridas -en su mayoría niños- en el Estado malayo de Sabah, situado en la isla de Borneo. A ellos podrían sumarse miles de descendientes de filipinos a los que también se les niega la ciudadanía.

Antecedentes: desde la década de 1970, miles de indonesios se trasladaron a la isla de Borneo para trabajar como mano de obra barata en la industria del aceite de palma. Malasia es el segundo productor mundial de aceite de palma y en torno a un tercio de la producción total del país se concentra en el Estado de Sabah. Muchos filipinos que llegaron a Borneo lo hicieron huyendo del conflicto en Mindanao y también por motivos laborales.

Situación actual: tanto el Gobierno malayo -llevando a cabo inversiones en educación, entre otras medidas- como el Ejecutivo indonesio -proporcionando la nacionalidad a través de su consulado en la zona- están trabajando en los últimos años para remediar la situación de los apátridas de Sabah. Más complicado lo tendrán los filipinos que -al menos hasta hace unos meses- ni siquiera contaban con un consulado de su país en la zona al que dirigirse para regularizar la situación de sus hijos. Entre otros detalles, la ley malaya no permite que los trabajadores inmigrantes contraigan matrimonio en el país.

Nubios en Kenia
Población apátrida: no se disponen de cifras, ni siquiera aproximadas, sobre la población nubia que pueda estar residiendo en estos momentos en Kenia en situación de apatridia. Además de los nubios, las comunidades de árabes de la costa y de descendientes de somalíes tienen graves problemas a la hora de registrarse como ciudadanos kenianos.

Antecedentes: a finales del siglo XIX, muchos nubios sudaneses llegaron a Kenia como soldados del Ejército imperial británico y terminaron sirvieron en las dos guerras mundiales. A comienzos del siglo XX el Gobierno británico les otorgó unos acres de tierra a las afueras de Nairobi, en el poblado de Kibera, para que pudieran asentarse. Hoy en día aquel asentamiento forma parte de la megaurbe de la capital, y Kibera se convertido en un de los slums del mundo con mayor densidad de población.

Situación actual: a pesar de que los nubios deberían ser considerados ciudadanos kenianos en base a la Constitución, continúan sin obtener el reconocimiento por parte de las autoridades. No existen perspectivas de cambio en la situación de este colectivo de apátridas que dejaron de ser sudaneses hace más de un siglo y que nunca han podido verse reconocidos como kenianos.

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Getty images
Rohingyas en Myanmar

Población apátrida: según ACNUR, en Myanmar viven unos 800 mil miembros de esta etnia musulmana que no es reconocida por las autoridades birmanas como una de las más de 130 que habitan el país.

Antecedentes: los rohingyas viven al oeste de Myanmar desde hace siglos. Las oleadas de represión han sido constantes durante el siglo XX, desde la independencia del país, lo que ha motivado sucesivas oleadas de exiliados y retornados, sobre todo hacia y desde el vecino Bangladesh. La ley birmana considera ciudadanos a los establecidos desde antes de la independencia y a sus descendientes.

Situación actual: el pasado mes junio se recrudeció, una vez más, el conflicto étnico y religioso entre los budistas y los rohingyas que viven en el Estado de Arakan causando decenas de muertos y miles de desplazados.

Bidún en Kuwait  y Arabia Saudí

Población apátrida: en todos los Estados del Golfo Pérsico se registran problemas de apatridia, pero son especialmente considerables por su magnitud en Arabia Saudí y, sobre todo, en Kuwait. Los bidún -o bidoun, denominación proveniente de la expresión árabe para decir "sin nacionalidad"- podría ascender, según cifras de ACNUR, a unas 70 mil personas en Arabia Saudí y 93 mil en Kuwait, país que cuenta con una población total de unos 2,3 millones.

Antecedentes: con motivo de la independencia de Kuwait en 1961 se procedió a la concesión de la nacionalidad a una gran parte de la población del país. Hoy en día, por diversas razones, muchos habitantes, en su mayoría nómadas, no pudieron inscribirse en los registros oficiales. A la comunidad bidún se suman todos aquellos que no son hijos de padre kuwaití, aunque su madre sí lo sea: si por algún motivo no pueden acceder a la nacionalidad de su progenitor, se ven imposibilitados para adquirir la ciudadanía kuwaití.

Situación actual: en enero de 2011, coincidiendo con las protestas en muchos otros países árabes, la comunidad bidún de Kuwait inició una serie de protestas que consiguieron que el Gobierno prometiese tomar medidas urgentes para solucionar su estado de no ciudadanos. Ante la falta de una concreción de esas promesas, los bidún continuaron con sus manifestaciones y sufrieron una fuerte represión policial durante su transcurso. Las quejas continúan a pesar de la represión.

Butaneses y tibetanos en Nepal

Población apátrida: según cifras oficiales, unas 800 mil personas se encuentran en situación de apatridia en el país, aunque esa cifra podría ser mucho mayor, incluso el doble, en torno a 2 millones de personas.

Antecedentes: durante décadas para obtener la nacionalidad nepalí se necesitaba, además de haber nacido en el país, hablar y escribir correctamente el idioma. También se requería que se demostrara una residencia continuada en el país de más de una década para todos aquellos que no fuesen de "origen nepalí". En Nepal hay amplias comunidades de refugiados butaneses y tibetanos -también inmigrantes indios y de Bangladesh- cuyos descendientes tampoco pueden acceder fácilmente a un certificado de nacimiento que reconozca su ciudadanía.

Situación actual: Nepal cuenta desde 2007 con una Constitución transitoria que garantiza la nacionalidad a todos aquellos nacidos de padre o madre nepalí. En el borrador de la nueva Carta Magna, que se está definiendo desde hace meses en la Asamblea Constituyente, se podría requerir que para obtener la nacionalidad ambos progenitores tendrán que ser nepalís. En el caso de los refugiados tibetanos, conviene destacar  el papel de China, que según algunas informaciones estaría ofreciendo créditos al Gobierno de Katmandú a cambio de que éste endurezca el trato que dispensa a esos miles de refugiados.
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© ACNUR/Jason Tanner
Julien Jean recibió su pasaporte haitiano en diciembre de
2011 gracias a la ayuda de una ONG local.
       

Haitianos en República Dominicana

Población apátrida: se calcula que entre 200 y 300 mil haitianos.

Antecedentes: La Constitución dominicana de 2010 estableció que no tendrán derecho a la nacionalidad los nacidos en suelo dominicano de padres que "residan ilegalmente" en el país. En la práctica, esta regulación afecta sobre todo a los descendientes de haitianos. Muchos de ellos, nacidos en República Dominicana, se ven de pronto "desnacionalizados" cuando reciben la negativa por parte del Registro Civil de emitirles un duplicado de su certificado de nacimiento, indispensable para realizar la mayoría de los trámites que permiten ejercer la ciudadanía.

Situación actual: Organizaciones de derechos humanos han denunciado que las autoridades dominicanas han llevado a cabo en los últimos meses deportaciones de haitianos sin las garantías legales requeridas. El Estado dominicano ha sido denunciado por ello por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos. También, están sufriendo deportaciones desde Estados Unidos. Las perspectivas de futuro de estos deportados en su país de origen son escasas.

Los no ciudadanos de Letonia

Población apátrida: unos 320 mil habitantes de Letonia -con una población total de 2,3 millones- tienen la categoría de no ciudadanos. Según la ley letona, no son apátridas, pero de facto tienen limitado el ejercicio de muchos derechos básicos, como el de voto.

Antecedentes: Letonia creó la categoría de no ciudadanos tras la caída de la Unión Soviética. Se creó principalmente para englobar a todos los habitantes -en su mayoría, de origen ruso, aunque también hay bielorrusos y ucranianos- que se habían trasladado al país durante la época soviética y que no contaban con arraigo antes de 1940.

Situación actual: muchos letones no ciudadanos han optado ya por acogerse a la nacionalidad rusa. Este problema de no ciudadanía enfrenta periódicamente a las autoridades rusas y letonas. Recientemente se celebró un referéndum en Letonia sobre la conveniencia de elevar el ruso a segunda lengua oficial del país: medida que fue rechazada con casi un 75% de los votos.

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