martes, 25 de septiembre de 2012

Perú: ¿Por qué no nos tocó una izquierda moderna?

Perú: ¿Por qué no nos tocó una izquierda moderna?

Printer-friendly versionSend to friendpor Jaime de Althaus

Jaime de Althaus Guarderas es Director y Conductor del programa La Hora N, columnista del diario El Comercio (Perú) y autor de varios libros sobre el desarrollo del Perú.
Es una lástima que la izquierda sea retrógada en el Perú. Ojalá nos hubiese tocado la izquierda brasileña o la uruguaya o la chilena, que aceptan el mercado, la globalización y la democracia liberal. Acá ella sigue cuestionando el capitalismo. Acá, Patria Roja, encarnada en el Sutep (Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú), deja a los alumnos sin clases para oponerse a la meritocracia, con lo que al fin da casi lo mismo que los alumnos tengan o no clases; encarnada en el gobierno regional de Cajamarca, deja a 6 mil trabajadores formales sin trabajo, a la región y al país sin cuantiosos ingresos futuros y sin fructíferos encadenamientos económicos, y exige que la empresa deje de construir reservorios que cambiarán la vida de miles de campesinos, porque ellos son la prueba de sus mentiras. Para no hablar del Movadef (Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales) y del narcosenderismo.


Ello es, en parte, el subproducto de la ausencia de un sistema de partidos. La izquierda no es un partido nacional grande con posibilidades de ganar una elección. Sus facciones, entonces, son irresponsables, eternas adolescentes, petardistas, desprovistas de un compromiso real con el futuro del país. En Chile la izquierda socialista se unió con la democracia cristiana en la Concertación para enfrentar a los seguidores de Pinochet, y gobernó casi 20 años. Pudo ser reelegida porque fue exitosa gracias a que adoptó el modelo (“neoliberal”) heredado. En Brasil ocurrió lo mismo con el PT de Lula. Y en Uruguay con el Frente Amplio.
Acá la Izquierda Unida tuvo su momento en los ochenta, pero fue flor de un día. El problema es que ese momento se dio antes de la caída del muro de Berlín. Cuando este se derrumbó la izquierda se pulverizó, y cada uno de sus fragmentos quedó vagando en el espacio político con la sola posibilidad de aferrarse oportunistamente a ocasiones de conflicto creadas por la inversión minera, la propia modernización del país y la necesidad de introducir reformas que rompen privilegios laborales como los del magisterio. Pues el radicalismo permite acumulaciones localizadas, negocios políticos de corto plazo, a costa de oponerse al progreso.
Pero, ¿por qué no se mantuvo unida? La derrota electoral de Barrantes en 1985 y la derrota mundial del comunismo de 1989 disolvieron el único motivo que había para la unidad: ganar las elecciones. Según Daniel Nogueira Budny, politólogo de la Universidad de Texas publicado por Eduardo Dargent, la izquierda peruana nunca tuvo incentivos para construir un partido único ni para moderarse porque acá nunca hubo una represión militar fuerte como si la hubo en los países del Cono Sur, donde la represión autoritaria desmontó la estructura organizativa de partidos izquierdistas pre-existentes y surgió entonces un espacio que permitió el nacimiento de nuevos partidos izquierdistas sin ataduras con el Marxismo-Leninismo ortodoxo. Acá, por el contrario, la izquierda se radicalizó para diferenciarse de Velasco, y en ese discurso se quedó porque no tuvo que verse obligada a organizarse como partido para enfrentar a un enemigo fuerte ni tampoco a moderarse ideológicamente para tener posibilidades de ganar una elección nacional. El anunciado Frente Amplio Fuerza Ciudadana es la única esperanza de que esto cambie. Ojalá.
El Partido Socialista de Javier Diez Canseco, Ciudadanos por el Cambio, Fuerza Social de Susana Villarán y el Partido Comunista del Perú (Patria Roja) acordaron unirse en un solo grupo llamado Fuerza Ciudadana que recolectará firmas para inscribirse en el Jurado Nacional de Elecciones. Luego buscará unirse con Tierra y Libertad de Arana, el MAS de Gregorio Santos y movimientos regionales en un Frente Amplio. Así como el Movadef no ha renunciado al pensamiento Rubén Abimael Guzmán Reinoso (líder de Sendero Luminoso) y por lo tanto a la posibilidad de retomar eventualmente la lucha armada, Patria Roja no ha renunciado formalmente a las tesis de la lucha de clases y de la revolución conducida por el partido clasista.

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