Internacional
EE.UU. manda a más de 50 marines a Bengasi para reforzar la seguridad en las instalaciones diplomáticas norteamericanas y enviará aviones no tripulados para investigar el ataque
El presidente de EEUU, Barack Obama, aseguró hoy que «se hará justicia» por la muerte del embajador en Libia, Chris Stevens,
y que su Gobierno trabajará con el de Trípoli para procesar a los
culpables del ataque, en el que murieron otros tres norteamericanos.
«Trabajaremos con el Gobierno libio para llevar ante la Justicia a los
asesinos que atacaron a nuestros diplomáticos», dijo Obama en una
declaración efectuada desde la Casa Blanca junto a la secretaria de
Estado, Hillary Clinton.
«Que no haya lugar a dudas: se hará justicia», añadió el mandatario,
quien condenó «en los términos más fuertes posibles» el «indignante y
horrible» ataque al consulado de Bengasi, que costó la vida a Stevens y a
otros tres estadounidenses de la legación, entre ellos el diplomático Sean Smith,
encargado de Información. «Pero no hay absolutamente ninguna
justificación para este tipo de violencia sin sentido. Ninguna»,
subrayó. «El mundo debe unirse en la condena de estos ataques».
«Cuando el régimen de Gadafi cayó, él trabajó sin descanso por esta joven democracia»
Unos
50 marines estadounidenses partieron hoy hacia Libia para reforzar la
seguridad en las instalaciones diplomáticas de EE.UU. según informó hoy
la cadena norteamericana CNN. Los marines, de la Flota del Equipo de
Seguridad Antiterrorista (FAST, en inglés), partieron de la Base Estadounidense de Rota, en el sur de España,
indicó la cadena de televisión estadounidense. Además emisora asegura
que Washington mandará hasta Bengasi drones para buscar objetivos
vinculados con el ataque. Se especula con la posibilidad de que se
tratase de ataques planeados ya tiempo atrás y que el vídeo que incendió
la chispa no fuera más que una excusa para perpetrar el atentado. El
fallecimiento del embajador estadounidense se produjo tras una protesta
de grupos de islamistas que terminaron asaltaron la legación
norteamericana para protestar por una película realizada en Estados
Unidos y que consideran ofensiva con el profeta Mahoma, una figura sagrada en la cultura islámica
Por
su parte la secretaria de Estado, Hillary Clinton, condenó el ataque
«injustificado» contra el consulado en Libia, y dijo que «debería
conmover a los pueblos de cualquier fe en todo el mundo». En referencia a
la persona del embajador fallecido, aseguró que el mundo necesita más
personas como Stevens, «un enamorado de Oriente Medio».
La jefa de la diplomacia estadounidense aseguró que su país sigue
comprometido con la transición hacia la democracia en Libia tras la
caída del régimen gadafista, el pasado año, ya que es una misión «noble y
necesaria». «No hay justificación para esto, ninguna, la violencia no
es manera de honrar la religión o la fe», aseveró Clinton. Además,
afirmó que tragedias como la ocurrida en Bengasi, la primera muerte de
un embajador estadounidense en tres décadas, «rompen nuestro corazón».
La
reacción de las Naciones Unidas al ataque tampoco se hizo esperar y el
secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman,
condenó el «horrible y trágico» atentado y advertió de que «no hay
justificación» para actos de este tipo. Feltman ha asegurado durante una
comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU que la
organización rechaza la «difamación» de carácter religioso, sea cual sea
su forma, pero al mismo tiempo ha apuntado que «no hay justificación»
para ataques como el de Benghasi.
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