miércoles, 12 de septiembre de 2012

El embajador de EE UU en Libia fallece en el ataque al consulado de Bengasi

El embajador de EE UU en Libia fallece en el ataque al consulado de Bengasi

El Gobierno libio informa de que el ataque lanzado este martes 11-S en contra del consulado en Bengasi acabó con la vida del diplomático y de otros tres funcionarios

Un grupo de jóvenes asalta también la embajada de EE UU en El Cairo y rasgan la bandera

/ Trípoli / El Cairo 
El embajador estadounidense en Libia, Christopher Stevens, y otros tres empleados de la misión diplomática de EE UU han muerto tras sufrir un ataque este martes, 11º aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, en la ciudad de Bengasi (en el este de Libia), según ha informado hoy miércoles el ministerio del Interior libio. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha confirmado la muerte y condenado el ataque. El Gobierno libio ha ofrecido disculpas a Washington por lo ocurrido en Bengasi. Washington ha anunciado que enviará a 50 marines a Bengasi para fortalecer la seguridad en la ciudad.
Un grupo de milicianos asaltó el edificio del consulado estadounidense en Bengasi y lo incendió en protesta por la emisión en la televisión de EE UU de una película sobre la vida de Mahoma que consideran blasfema. En el lugar se produjo un intenso enfrentamiento entre los asaltantes, dotados de armas de fuego y bombas caseras, y las fuerzas de seguridad que protegían el consulado.

Según las fuentes libias, Stevens fue alcanzado por el fuego de los atacantes cuando las fuerzas de seguridad estaban intentando trasladarle en coche del consulado a un lugar más seguro. Poco después, la sede estadounidense fue saqueada, de acuerdo con la versión de varios testigos, que han visto a un grupo de personas llevándose el mobiliario.
Bengasi fue el epicentro de la revuelta que posteriormente consiguió, con la ayuda de las fuerzas de la OTAN, derrocar al régimen de Muamar el Gadafi.
"Estados Unidos rechaza los esfuerzos para denigrar las creencias religiosas de otros, pero todos debemos oponernos, sin equívocos, al tipo de violencia insensata que quitó la vida a estos empleados públicos", ha declarado Barack Obama, quien dio mandato a su Administración para elevar la seguridad de los diplomáticos.
Un grupo de libios transportan a un hombre no identificado que se cree podría ser el embajador de EE UU en Libia. / AFP

Asalto en El Cairo

Poco antes, también ayer, en otra manifestación de protesta por el mismo asunto, varios jóvenes salafistas asaltaron los muros de la Embajada de EE UU en El Cairo, y consiguieron arrancar de un mástil la bandera de las barras y estrellas. Tras unos minutos de desconcierto, llegaron varias docenas de miembros de las fuerzas del orden y formaron un cordón alrededor de los muros del edificio.
Al inicio de la concentración, que no había sido anunciada con antelación en los medios, y que probablemente ha cogido por sorpresa a las autoridades, se han oído varias explosiones que parecían disparos. Sin embargo, fuentes de la Embajada estadounidense confirmaron que eran solo cohetes y petardos, y que no había ningún impacto de bala en la legación diplomática.
Manifestantes lanzan soflamas contra EE UU a las puertas de su embajada en El Cairo. / Mohammed Abu Zaid (AP)
La manifestación había sido convocada el mismo martes por el predicador salafista Wessam Abdel-Wareth a través de su canal de televisión, Hekma. Otros grupos salafistas —una corriente ultraconservadora del Islam—, como representantes del partido Nur, y del movimiento Ahrar, formado por los seguidores del excandidato a la presidencia Hazem Abu Ismael, han difundido entre sus miembros la convocatoria.
Los Hermanos Musulmanes han convocado para este viernes otra manifestación de protesta contra los "insultos" al islam

La enseña de Al Qaeda, en el mástil

“Con el espíritu, con nuestra sangre, nos sacrificaremos por ti, profeta Mahoma”, ha gritado ante la Embajada una multitud enfervorizada formada por unos pocos miles de personas. Muchos de ellos llevaban banderas negras con la inscripción “No hay más Dios que Alá”, una enseña que utiliza también a menudo Al Qaeda, y que durante unos minutos ondeó en el mástil de la legación estadounidense.
El detonante de la manifestación ha sido la emisión de una televisión estadounidense de la controvertida película El juicio a Mahoma, que según sus críticos ofrece una visión muy peyorativa del profeta del Islam.
El incidente constituye el último episodio de tensión que suscita en el mundo islámico la representación de Mahoma en producciones culturales occidentales. Si bien todos los manifestantes descalificaban la película, ninguno de ellos parecía haberla visto, o ni tan siquiera conocía su nombre.
“Estamos hartos de que se ofenda a nuestro profeta, y de que se mienta sobre el Islam”, comentaba Ahmed, un comercial de 33 años y seguidor de Abu Ismael. “El problema no es solo que pueda ser insultante su descripción, en nuestra religión se prohíbe su simple representación”, apuntaba un salafista que sostenía una bandera parecida a la de Arabia Saudí, y que estaba acompañado de una mujer cubierta con el niqab, o velo integral. “No es casualidad que el filme lo hayan emitido hoy, el 11-S. Existe la voluntad de identificar el Islam con el terrorismo", ha dicho.
A la manifestación se han apuntado los militantes de la Gamá Islamiya acampados frente a la Embajada de EE UU para pedir la liberación del jeque Abu Rahman, condenado a cadena perpetua por terrorismo. En cambio, en la concentración no ha aparecido ningún miembro de los Hermanos Musulmanes, el partido islamista del presidente Mohamed Morsi.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha informado hoy de que España, a através de la presidencia del Gobierno y el rey Don Juan Carlos, ha transmitido a EE UU sus condolencias por el asesinato de su embajador en Bengasi y ha advertido a los viajeros del peligro que presenta el país norteafricano.

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