Al presidente saliente se le terminó la fuerza que antes lo
caracterizaba; la energía que parecía que jamás se le iba a agotar ahora
es un simple recuerdo.
Para aquellos que recuerdan la campaña presidencial del 2006, deben
tener todavía fresca en su memoria el último mes de campaña del entonces
menos viejo Hugo Chávez. Ese Noviembre del 2006 fue a nivel de campaña
electoral simplemente impresionante: Caravana + mitin, inauguraciones de
obras, encuentros con trabajadores, actos en PDVSA, un cierre rojo
multitudinario en la Av. Bolívar, en fin, un ritmo fuerte que lo llevó a
obtener una cómoda victoria en los comicios. Los días donde no tuvo
apariciones públicas se contaban con los dedos de una mano y con la otra
mano se contaban las ruedas de prensa, en ese momento pocas, ya que
dedicaba su tiempo de lleno a la campaña.
Sin embargo, en 6 años las cosas han cambiado bastante y el
presidente saliente ni que quiera puede llevar el mismo ritmo. Estamos
en la mitad del último mes de campaña y el presidente lleva: una
caravana + mitin, la cual la realizó en Charallave, un acto en poliedro
con el Comando Carabobo y otro con las mujeres en el Teresa Carreño, y 2
ruedas de prensa. Más nada. Irónico que ahora contemos con una mano sus
“actos de campaña” y no los días libres, ¿no?
Esta situación desnuda al chavismo y muestra su lado más frágil. Su
líder ya no es el de hace 6 años ni tampoco lo es su militancia. Así
como el presidente saliente está cansado, también lo están los
venezolanos que llevamos, no 6 sino, 14 años escuchando la bendita
revolución, la reivindicación de los pueblos , la espada de Bolívar, el
imperio y la cuarta república.
La situación de los rojos empeora cuando el contrincante del
presidente saliente, un tal Henrique Capriles Radonski, no deja de
recorrer el país. Cuando en Carabobo trataron de impedir, a través de la
violencia y el amedrentamiento, que le hablara a sus seguidores, el
flaco llegó al sitio en peñero sorprendiendo a todos los presentes. Y
horas después en el estado Bolívar, apenas llegó dijo, “son ya más de
230 pueblos recorridos y a cada lugar que vamos se siente la alegría y
la esperanza. Debo dar las gracias por tantas muestras de afecto que he
recibido, ha sido una campaña extraordinaria, maravillosa. El pueblo se
cansó de las mentiras y a este Gobierno lo vamos a cambiar con votos.”
Si el ritmo de Hugo en el 2006 fue impresionante, el ritmo de campaña
de Capriles en el 2012 ha sido sin duda increíble. Además, la evolución
que Henrique ha tenido como candidato demuestra que tiene un equipo muy
sólido y experimentado a su lado, y que cada integrante del Comando
Venezuela cree fielmente que Hay Un Camino.
De tal manera que mientras a un candidato se le acaba la gasolina al
otro candidato le sucede lo opuesto. Miraflores se ve cada vez más
cerca, ¿no creen?
¡A seguir trabajando entonces señores, tenemos que asegurar el camino!
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