miércoles, 14 de marzo de 2012

¿Las seis razones de por qué Chávez no se operó en Brasil?



Enumero aquí seis detalles del por qué el presidente Hugo Chávez no fue a Brasil ni el año pasado ni ahora en febrero para operarse o someterse a un tratamiento médico contra su cáncer.
Ya el 2011 en nuestra página y en la columna Runrunes con fecha 26 de Julio (¿Coincidencia con la fiesta nacional cubana?) explicamos los requerimientos exigidos por el canciller venezolano a las autoridades del Hospital paolista:


1) “Digo más lejano pues en la visita que hizo el canciller Nicolás Maduro al HSLSP, pidiendo información y coordinando el supuesto viaje presidencial, no se le ocurrió nada mejor que exigirle a las autoridades del hospital paulista que “reservaran tres pisos completos: el de la hospitalización, el de arriba y el de abajo así como se cerrara la emergencia mientras estuviera allí hospitalizado su presidente”. Por supuesto que esta medida no fue aceptada por el hospital, uno de los más concurridos de la metrópoli con casi 20 millones de habitantes”. “¿Sería a propósito para de una vez por todas elegantemente desechar el ofrecimiento de Lula y Rouseff?”
Ahora, cuando el periodista del diario O´Globo Merval Pererira, desvela algunos otros detalles de las peticiones venezolanas podemos conocer más de esas exigencias, por lo demás muy absurdas, pensando que en Brasil los rojos rojitos podían dominar la escena de libertad informativa que en Venezuela controlan a su antojo con censura y autocensura mediática.
2)       “El presidente venezolano, con el espíritu dictatorial que le es propio, quería clausurar dos pisos del Hospital Sirio Libanes de São Paulo y colocar al Ejército para custodiar el hospital y requisara todos los visitantes. Además estaría prohibido divulgar boletines médicos.
3)       El rechazo de Chávez al Hospital Sirio-Libanés se justificaba, desde el punto de vista autoritario, justamente por el sistema abierto de informaciones, que hizo que fuera revelada hasta la presencia del para-normal João de Deus en el hospital, para un tratamiento espiritual paralelo al tratamiento oficial..
4)       Al respecto, Pereira dijo que una de esas exigencias era el cierre de dos plantas enteras del hospital y que el Ejército asumiera el control de la edificación
5)       Según Pereira, Chávez “quería que su servicio de seguridad tuviera acceso a la ficha de cualquier ciudadano norteamericano que estuviese ingresado en el hospital, o fuese internado mientras él estaba allá en tratamiento”.

En el portal La Patilla apareció publicada esta nota de la agencia EFE respecto a lo que el colega brasilero Pereira añade al asunto del misterio operacional del mandatario venezolano:

El periodista brasileño que la semana pasada publicó que el estado de salud del presidente Hugo Chávez había empeorado, afirmó que todas las especulaciones sobre el cáncer del mandatario se deben a “la falta de transparencia” del gobierno de Venezuela.
Merval Pereira, columnista del diario O Globo, indicó  que  “todas esas especulaciones se deben sólo a la falta de transparencia con la que el Gobierno venezolano, a la manera de todas las dictaduras, trata la enfermedad del presidente, como si ella no fuera un asunto de interés público”.
El periodista subrayó que la manera más fácil de acabar con las especulaciones sobre la salud de un presidente “es la divulgación integral de los exámenes médicos, lo que disiparía cualquier duda”, pues hasta ahora no se sabe el tipo de cáncer que padece ni los órganos afectados.
Pereira recordó que el Gobierno venezolano analizó el año pasado la posibilidad de que Chávez fuera tratado del cáncer en el Hospital Sirio Libanés de Sao Paulo, pero finalmente optó por seguirlo en Cuba debido a que ese centro médico no aceptó las exigencias del entorno del mandatario.
Al respecto, Pereira dijo que una de esas exigencias era el cierre de dos plantas enteras del hospital y que el Ejército asumiera el control de la edificación.
Posteriormente, en su blog, Pereira escribió hoy que se había enterado de “otra exigencia” de Chávez para ingresar en el Sirio Libanés, donde se han hecho tratamientos contra el cáncer el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, la actual presidenta Dilma Rousseff en la época en que era ministra y el mandatario paraguayo, Fernando Lugo.
Según Pereira, Chávez “quería que su servicio de seguridad tuviera acceso a la ficha de cualquier ciudadano norteamericano que estuviese ingresado en el hospital, o fuese internado mientras él estaba allá en tratamiento”.
“Él (Chávez) busca ir a Cuba porque tiene la certeza de que allá nadie va a saber lo que él tiene”, dijo Pereira.
Como bien lo tradujo el amigo Edgar Otálvora de www.noticiasclic.com el periodista brasileño Merval Pererira narra todo sobre enfermedad de Chávez en su Blog do Merval:

“Los verdaderos mentirosos”


El caso de la enfermedad del presidente venezolano Hugo Chávez es ejemplar de los trastornos que un régimen cuasi dictatorial puede causar en su actividad cotidiana de esconder los hechos y manipular informaciones.
El periodista Nelson Bocaranda, con prestigio consolidado en Venezuela después de haber dado el año pasado un tubazo periodístico sobre el tratamiento del cáncer de Chávez en Cuba, fue atacado ferozmente por haber publicado en su blog y divulgado por el twitter el pasado lunes, que Chávez había regresado a Cuba, acompañado de varios parientes, inclusive su madre.
La noticia de que el estado de salud de Chávez había emperorado fue negada por el gobierno de manera perentoria, y el Ministro de la (des) Información, Andrés Izarra, dijo que ella era parte de una “guerra sucia de la canalla”.
El lider oficialista en el Congreso, Diosdado Cabello, llegó a afirmar que Chávez estaba saludable, diciendo también por el twitter que “Bocaranda está enfermo del alma”.
De esta forma, después que el jueves publiqué en mi blog (Blogdomerval.com.br) que el cuadro de salud de Chávez había empeorado, con informaciones de médicos brasileños que habían analizado exámenes del presidente de Venezuela indicando la posibilidad de metástasis en dirección al hígado, Maximilien Arvelaiz, pomposamente titulado como “embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Brasil” envió una carta al diario Globo afirmando que “el tratamiento contra en cáncer, al cual fue sometido el presidente Hugo Chávez en 2011, fue exitoso, estando el Presidente gozando de buena salud”.
El embajador bolivariano llega a ser irónico sin darse cuenta al afirmar en su mensaje que observaba en la noticia una falta de transparencia en el texto “al reproducir el falso diagnóstico adjudicado a “médicos” que no poseen ni identidad”.
Además de demostrar que desconoce sobre periodismo en un país democrático, donde se puede preservar el secreto de la fuente, llega a ser risible el representante de un país que esconde todos los hechos de la enfermedad de su presidente, hablar de “falta de trasparencia”. Aún más cuando se sabe que Chávez rechazó tratarse en Brasil porque no fue posible aceptar sus exigencias de secreto absoluto.
El presidente venezolano, con el espíritu dictatorial que le es propio, quería clausurar dos pisos del Hospital Sirio Libanes de São Paulo y colocar al Ejército para custodiar el hospital y requisara todos los visitantes. Además estaría prohibido divulgar boletines médicos.
El rechazo de Chávez al Hospital Sirio-Libanés se justificaba, desde el punto de vista autoritario, justamente por el sistema abierto de informaciones, que hizo que fuera revelada hasta la presencia del para-normal João de Deus en el hospital, para un tratamiento espiritual paralelo al tratamiento oficial.
La falta de transparencia en Venezuela es tal que hasta el momento no se sabe oficialmente en que lugar del cuerpo de Chávez está localizado el primer tumor. Se sabe que podría estar en la región pélvica, tal ven en el colon o el recto, pero no hay más detalles.
De esta manera, las informaciones sobre el segundo tumor, que obligará a Chávez a una nueva cirugía en Cuba, salieron de la boca del propio interesado, el propio Chávez. En São Paulo, siendo las exigencias las mismas resulta imposible la operación, aun cuando las condiciones técnicas sean mejores.
La víspera de viajar a Cuba para los exámenes que confirmaron que él tiene un nuevo tumor, Chávez apareció en público para negar la noticia que yo había divulgado por el blog y el Globo de papel, afirmando que el cáncer “se fue” de su cuerpo. Así como cuando regresó de Cuba después de la primera operación, se declaró “curado”.
Cuando el presidente venezolano dice que no se trata de una metástasis, sino de un nuevo tumor encontrado en el mismo sitio, no tenemos ninguna evidencia médica para comprobar. Puede ser lo que los médicos llaman una “recaída local” cuando el tumor surge en el mismo lugar del cual fue extirpado o puede ser efecto de un proceso de metástasis.
Existen otras hipótesis como la expuesta por la agencia de noticias Reuters, de que Chávez sufre también de síndrome de lisis tumoral (SLT), complicaciones matabólicas que pueden ocurrir después del tratamiento de un cáncer, más común en linfomas y leucemias, que puede causar entre otras cosas insuficiencia renal aguda.
La quimioterapia puede precipitar el síndrome, más el tratamiento con esteroides también puede tener como consecuencia un SLT.
El periodista Nelson Bocaranda dijo en su blog que el presidente Hugo Chávez estaba usando esteroides últimamente para enmascarar los síntomas de su dolencia, tratando de tener una apariencia más saludable. Los esteroides atacan también el hígado, pudiendo incluso provocar cáncer.
Todas estas especulaciones se deben apenas a la falta de transparencia con que el gobierno venezolano, como todas las dictaduras, trata la enfermedad del Presidente, como si ella no fuese un asunto de interés público.
La manera más fácil para un gobierno democrático de acabar con las especulaciones sobre la salud de un Presidente es la divulgación integral de los exámenes médicos, lo que disiparía cualquier duda.
En los casos del expresidente Lula y de la presidente Dilma, las informaciones médicas fueron dadas con la transparencia posible hasta el momento.
Incluso los médicos brasileños que tuvieron acceso a los exámenes de Chávez, algunos a pedido del propio Lula, no tuvieron autorización para verlos todos y analizaron piezas aisladas como si montasen un rompezabezas.
En Venezuela, el twitter no para con bromas sobre los “verdaderos mentirosos” el ministro de Comunicaciones Andrés Izarra y el líder del Congreso, Diosdado Cabello, “los chavistas desinformados”.

Refrescando la memoria

En esta página y en mi columna Runrunes de El Universal con fecha 26 de julio de 2011 publíqué esta nota que extraigo del texto completo:
En mi página www.runrun.es coloqué tres datos importantes sobre el impaciente paciente. Uno fue la visita en Cuba de uno de los oncólogos jefes del Hospital Sirio Libanés de Sao Paulo para cotejar con los médicos que lo tratan los protocolos usados para el caso tanto por los isleños como los venezolanos y el español García Sabrido que ayudó en la segunda operación en suelo cubano.
Éste doctor encontró al paciente en un excelente estado tras su segunda dosis de quimioterapia. El informe respectivo fue llevado por el brasilero a su nosocomio donde ayer lunes sería analizado por otros miembros de su equipo. Esa evaluación se hizo por si acaso en un futuro -cada vez más lejano- Chávez decidiera tratarse en ese hospital. Digo más lejano pues en la visita que hizo el canciller Nicolás Maduro al HSLSP, pidiendo información y coordinando el supuesto viaje presidencial, no se le ocurrió nada mejor que exigirle a las autoridades del hospital paulista que “reservaran tres pisos completos: el de la hospitalización, el de arriba y el de abajo así como se cerrara la emergencia mientras estuviera allí hospitalizado su presidente”. Por supuesto que esta medida no fue aceptada por el hospital, uno de los más concurridos de la metrópoli con casi 20 millones de habitantes”. ¿Sería a propósito para de una vez por todas elegantemente desechar el ofrecimiento de Lula y Rouseff? Otro la confirmación que el presidente se desplaza con más facilidad tras haberle sido cerrada la colostomía intestinal y por ende haber sido eliminada la bolsa recolectora de heces que tenía por fuera del abdomen. Algo que molestaba mucho al paciente y lo convirtió, muchas veces, en muy impaciente y que fue la causa principal para no asistir al desfile del Bicentenario en Los Próceres el pasado 5 de Julio. Además que el tratamiento con más dosis de quimioterapias deberá continuarse para evitar la propagación del tumor primario a otras partes del cuerpo, tal y como lo confesó el mismo jefe de estado al explicar “que el riesgo persiste y que por eso hubo que iniciar la quimioterapia, que deberá continuar en las próximas semanas…no tengo duda de que (la quimioterapia) me conduce a la plena recuperación” al haber admitido, sin embargo, que su semana en Cuba fue “dura” y difícil”. Esta aceptación es indicativa del temor que persiste de que el cáncer primario pueda avanzar más de lo que ya se supo. La idea, como en todo paciente similar, es bloquear la reproducción de las células que con cáncer tuvo Chávez y tratar de lograr la remisión de la enfermedad. La advertencia de Castro a Chávez en cuanto a que no debe tomarse su recuperación a la ligera, mantenerse en reposo buena parte del tiempo y seguir el tratamiento médico al pie de la letra es muy significativa. Veremos cómo, en medio del fragor diario, su afán de demostrar que es invencible y la difícil lucha interna por el poder que mantienen sus hombres de confianza, se sobrepone a lo que ha llamado la mayor prueba de su vida. Hay que estar pendientes…

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