lunes, 24 de octubre de 2011

Un espejismo amargo

AMÉRICA

Por Raúl Benoit

Cuando era joven y vivía en Cali, tenía un amigo fotógrafo y talentoso locutor de radio llamado Otoniel Castaño Morales, con quien soñaba recorrer el mundo y triunfar. Él vivía fantaseando con llegar a Estados Unidos, y hasta bromeaba con cambiarse el nombre por el de Otto Brown Moore.

Mi ilusión era vivir en Europa, pero jamás hice tal cosa y me quedé en Colombia, ejerciendo el periodismo. Otto, en cambio, sí cumplió su sueño hace décadas, y en EEUU le ha ido muy bien como presentador y periodista; además, ha sacado adelante a su esposa y a sus hijos.

Esos tiempos en que los latinoamericanos vendían todo, tomaban un avión a Estados Unidos –o cruzaban la frontera como mojados–, conseguían empleo fácilmente y hasta montaban su propio negocio han quedado en el pasado. El sueño americano se ha convertido en una verdadera pesadilla.

En muchos lugares, la explotación laboral y la persecución policial son armas injustas que usan empresarios y políticos con el propósito de mantener el statu quo, que les permite continuar pagando sueldos míseros, reventando física y moralmente a sus trabajadores y, por consiguiente, lucrándose de forma ilegal.

No es un secreto que Estados Unidos prosperó gracias a los inmigrantes, pero la política ignora adrede esta verdad. La crisis económica y la recesión que padecerá Estados Unidos en los próximos meses y años será peor que la vivida hasta hoy, y la utilizarán como un calculado pretexto para perjudicar al sector más vulnerable en el mundo del trabajo: los inmigrantes indocumentados.

Por este futuro negro recomiendo a los latinoamericanos que se lo piensen muy bien antes de tomar la ruta del Norte. Y es que, además de enfrentar una travesía muy peligrosa (tantas veces mortal), los que venden sus propiedades y resuelven venir a vivir el sueño americano corren el riesgo de perderlo todo en un abrir y cerrar de ojos y exponer su familia a la opresión.

La economía norteamericana está enferma, y no se ve a corto plazo una luz al final del túnel. Los patronos ofrecen a los trabajadores un panorama poco alentador. Muchos restaurantes contratan a meseros por sólo las propinas, en un momento en que, precisamente por culpa de la recesión, los clientes reducen el monto de las mismas.

Sé de paisanos que para sobrevivir buscan dos o tres empleos, a resultas de lo cual se resquebraja su hogar. El primer síntoma de una lucha perdida se refleja en las relaciones familiares, que en momentos así se tornan quebradizas como el papel de arroz.

El sector más afectado por la crisis inmobiliaria ha sido el de los hispanos. En el sur de la Florida, miles de familias han perdido sus hogares después de muchos años de duro trabajo. Lo mismo sucede en Arizona, Nevada, Michigan y Ohio. El perder la casa propia destroza a las familias que pasan por semejante trance.

Si empeora la situación económica en Estados Unidos, como pronostican los expertos, los angloamericanos y los afroamericanos pelearán por recuperar su espacio laboral y las oportunidades para los latinos se verán reducidas.

La amenaza aumenta al pasar los días. Los indocumentados sufrirán una mayor persecución, como la que ya se avizora, y el sueño americano se tornará un espejismo amargo.

La muerte de Gadafi

LAS GUERRAS DE TODA LA VIDA

Por Horacio Vázquez-Rial

No sé si fue por la fabulosa –y mentirosa– irrupción de ETA en la campaña de Rubalcaba, que a tantas lágrimas de cocodrilo socialista dio lugar, pero tengo la impresión de que la muerte de Gadafi no alcanzó, al menos en España, el relieve informativo que merecía, vistas la importancia del personaje y la forma repugnante en que se produjo.

Gadafi fue entregado a la horda por las potencias a las que sólo interesaba su silencio. Cualquier otra salida, incluso un juicio tan condicionado como el que se le siguió a Sadam Husein, hubiera significado el riesgo de que hablara. De modo que el camino más sencillo consistía en arrojarlo a los leones. Lo vimos en la tele, filmado y fotografiado con los teléfonos móviles de los mismos que lo hacían papilla. Vencido hasta por los años que hasta ese momento final había intentado disimular con tintes y afeites. Destrozado. Literalmente. A puñetazos y patadas y palos. Con furia.

Los condenados de Nuremberg, que sin duda habían cometido crímenes más abundantes, si no más abominables que los de Gadafi, fueron limpiamente ejecutados o permanecieron en la cárcel los años debidos, como Hess en Spandau. Los crímenes de guerra no justificaron los crímenes de paz. Ni los unos ni los otros tienen justificación, jamás. Sí existen, en cambio, razones políticas para cometer unos y otros. Gadafi tuvo las suyas para mandar matar, individual y colectivamente, a miles de personas, con bombas o a tiros, y derribando aviones de pasajeros si se terciaba. También las tuvo para entrenar en su territorio terroristas de toda laya: etarras, montoneros, irlandeses iracundos, hasta paramilitares de la Triple A argentina. Y para financiar atentados de otros.

Era un asesino sin ataduras morales de ninguna clase. Pero se lo había aceptado en Occidente, se le había perdonado hasta lo de Lockerbie y se permitía que plantara su jaima donde se le ocurriera e hiciera su show. Era un amiguete incómodo, pero no más incómodo que los que le sucederán en el gobierno, integristas capaces de cualquier cosa.

Nosotros no somos eso, no podemos permitirnos ser eso. El tipo escapó como la rata que era, por las alcantarillas, pero el deber de Occidente era atraparlo con vida, juzgarlo y condenarlo, como corresponde a nuestra civilización, que no puede aliarse con los bárbaros. El linchamiento fue obra de otros libios, que representan lo que viene ahora en su país: espero que ya nadie me hable de la primavera árabe, porque contará con todo mi desprecio por siempre jamás. Era nuestro deber impedir el crimen, lo perpetrara quien lo perpetrara.

Los espectadores de la televisión, y las propias televisiones, no estamos hoy por encima de esos sociópatas adolescentes que filman los tormentos a que someten a sus vecinos o compañeros de colegio y cuelgan el video en internet. Ha habido verdadero placer en la exhibición, sin que ello contribuyera ni por un segundo a informar más. Se ha mostrado incluso al que se supone uno de los asesinos, en plena celebración, sin un solo comentario crítico ni un solo dato sobre el personaje ni sobre quien lo dirige. Me parece espantoso. Ésos no son mis semejantes. Tal vez sean los semejantes de Gadafi, pero ni así tenían el derecho de aniquilarlo de ese modo. Era un malvado, pero un hombre malvado.

Si nos quedamos callados ante este acontecimiento, nos veremos obligados a callar ante cualquier barbaridad. Incluidas las de los etarras.

La forma de esta muerte –y ni qué decir de los festejos consecuentes, que tanto evocan a los que siguieron al 11-S– me degrada, me ofende, me disminuye.

Y que conste que la impresión que me produjeron los sollozos del lehendakari López y las conmociones del candidato Rubalcaba fue tan dolorosa como la que me suscitó el rostro ensangrentado de Gadafi. Esos hombres tampoco están a la altura.

Raúl Castro y Muamar Gadafi

CUBA Y LIBIA

Por Carlos Alberto Montaner

¿Tiene algo que aprender Raúl Castro de la muerte de Gadafi y del fin de su régimen en Libia? Por supuesto. Basta con que observe con cuidado lo que allí ocurrió y admita las enormes similitudes que existen en el comportamiento de Cuba y Libia a lo largo de muchas décadas.

Al fin y al cabo, Muamar Gadafi, el hermano líder, como Fidel Castro, fue un joven revolucionario que llegó al poder violentamente y fue adorado por las multitudes durante largo tiempo, hasta que perdió totalmente el contacto con las jóvenes generaciones, al punto de atreverse a afirmar, hace unos años:

Soy un líder internacional, el decano de los gobernantes árabes, el rey de reyes de África y el imán de los musulmanes, y mi estatus internacional no me permite descender a un nivel más bajo.

Menudo loco narcisista. ¿Qué hizo Gadafi durante sus más de cuatro décadas de dictadura caudillista? A Raúl le resultará familiar pasar revista a esos hechos. Practicó el terrorismo de Estado –y adiestró a terroristas y guerrilleros de otras nacionalidades–, participó en guerras africanas, intentó convertirse en un líder con peso planetario, se enfrentó temerariamente a Estados Unidos y a otros poderes europeos, incurrió en toda clase de arbitrariedades económicas en el ejercicio del poder, intervino en conflictos ajenos, atropelló oponentes y humilló a partidarios en desgracia, protagonizó las mayores excentricidades, permitió la corrupción y fue un inmenso malversador que utilizó como le dio la gana los recursos del Estado sin jamás dar cuenta a nadie de sus gastos. Por último, para sostenerse al frente del Gobierno, practicó intensamente el nepotismo e intentó crear una dinastía familiar.

La forja de un frente opositor

Naturalmente, esa vergonzosa manera de gobernar provocó un sordo malestar en la sociedad libia, prácticamente invisible a los ojos de los analistas extranjeros y, por supuesto, totalmente ignorado por el primer círculo de poder que rodeaba a Gadafi. Hace sólo pocas semanas, Saif al Islam, el hijo predilecto de Gadafi y su presunto heredero, mientras amenazaba a Nicolás Sarkozy y a las fuerzas de la OTAN, aseguraba que el pueblo libio, que supuestamente amaba a su padre, barrería a los insurgentes y el régimen continuaría imperturbable su vieja andadura revolucionaria, a la sombra del venerado líder.

Los gadafistas, que tenían un servicio de inteligencia enorme y despiadado, sabían que existía una oposición dura, correosa, exiliada o internada en las cárceles y machacada y controlada por los esbirros del régimen, pero ignoraban que también se había gestado una gruesa capa de exfuncionarios del gadafismo que, a lo largo de los años, había acumulado una enorme cantidad de resentimiento contra el Caudillo y esperaba el momento de manifestar su odio contra él y contra su gobierno.

Pero había más. Junto a los exgadafistas, y con un rencor igualmente intenso, existía otro grupo muy importante de personas que participaban del poder pero secretamente despreciaban al dictador y, pese a que aplaudían y reían las gracias al pintoresco personaje, desde hacía muchos años habían dejado de creer en las estupideces de El libro verde, esa ridícula Tercera Teoría Universal, superadora del capitalismo y del comunismo, como Gadafi llamaba al fascismo islámico-militarista que había impuesto a los libios a palo y tentetieso.

Estos funcionarios –diplomáticos, ministros, militares, profesores, religiosos e intelectuales– estaban lo suficientemente preparados como para saber que el estrafalario coronel que dirigía el país desde una tienda de campaña con aire acondicionado era un payaso caprichoso e ignorante que insensiblemente había dilapidado el incalculable torrente de petrodólares que Libia había recibido en las últimas cuatro décadas.

Hasta un día. Hubo un momento, a partir del pasado mes de febrero, en que la tradicional oposición a Gadafi, más los funcionarios ofendidos y humillados, más los falsos gadafistas que esperaban su oportunidad, se rebelaron, forjaron una suerte de alianza y tomaron las armas, aunque sin muchas oportunidades de triunfar en el terreno militar.

Pero entonces sucedió algo muy importante: Nicolás Sarkozy encontró una posibilidad de actuar y la aprovechó con el objeto de restaurar la influencia francesa en el Magreb y, de paso, liquidar una decrépita dictadura. No eran el petróleo y el gas libios lo que lo movilizaban, pues ya los adquiría sin limitaciones junto a los italianos, sino cierta idea de la grandeza de Francia, muy a lo De Gaulle.

Fue él, Sarkozy, influido por los análisis de pensadores como Bernard Henri-Levy y André Glucksmann, ambos convencidos de que es la hora del cambio hacia la democracia en esa región del mundo, quien arrastró a los ingleses y a los norteamericanos a la intervención y quien convenció a rusos y chinos de que no vetaran las operaciones de la OTAN, ordenadas por la ONU para, supuestamente, proteger a los civiles. Fue él, Sarkozy, quien con una enorme destreza diplomática acabó dando la victoria a la coalición que derrocó y ajustició a Gadafi en un breve conflicto que también arrebató la vida a tres de los ocho hijos del coronel.

¿Era necesario este final violento? Por supuesto que no. Desde hace muchos años se percibían síntomas de que la sociedad libia quería un profundo cambio político que liquidara pacíficamente al régimen de Gadafi. Todo lo que el dictador debió hacer era utilizar los recursos de la democracia y de las libertades políticas para viabilizar las reformas y apartarse ordenada y cautelosamente del poder en lugar de convertirse en un terco obstáculo que acabó desencadenando la guerra civil y propiciando la intervención extranjera.

Incluso después de iniciada la rebelión, los franceses, con el apoyo de norteamericanos e ingleses, ofrecieron al dictador la posibilidad de buscar una salida negociada, pero no quiso. Como el panameño Noriega en 1989, Gadafi se obstinó en conservar el poder sobre una montaña de cadáveres, sin advertir que no tenía sentido enfrentarse a su propio pueblo y al más formidable aparato militar del planeta porque él mismo acabaría por ser liquidado.

¿Un final libio para el castrismo?

¿Puede suceder algo así en Cuba? Es difícil asegurarlo, pero las condiciones son muy parecidas: en la Isla mandan unos ancianos totalmente divorciados de la realidad nacional; hay un régimen absolutamente desgastado y universalmente rechazado por más de medio siglo de improductividad y disparates; se percibe una oposición democrática, aunque todavía débil, dispuesta a salir a las calles a desafiar a la policía política; hay un sector grande de exfuncionarios comidos por el odio que alguna vez tuvieron poder, partidarios y clientes políticos, y luego fueron defenestrados o marginados por diversas razones; y existe un inmenso sector reformista dentro de todas las instituciones del Estado, generalmente aguijoneado por los más jóvenes de la familia, convencido de que los hermanos Castro han hundido ese pobre país y no quieren hacer nada serio por devolver la felicidad y la esperanza a los cubanos.

Por último, en el exterior abundan numerosos enemigos de la dictadura con capacidad para hacerse oír en los centros de poder occidentales en el momento en que llegue la hora cero. Si en medio de ese tenso panorama un día se desata la rebelión y sobreviene un baño de sangre, va a ser muy difícil impedir que las fuerzas internacionales intervengan en el conflicto para detener la matanza, convocadas por Estados Unidos a instancias de los cubanoamericanos, quienes utilizarán hábilmente la enorme influencia que poseen y saben utilizar, como demuestra la persistencia del embargo comercial, pese a las fortísimas (e inútiles) campañas en su contra orquestadas por la dictadura cubana en los últimos veinte años.

¿Cómo cree Raúl Castro que reaccionaría Estados Unidos si comienza en Cuba la violencia, teniendo en cuenta la presencia en el Senado norteamericano del demócrata Bob Menéndez y del republicano Marco Rubio, dos pesos pesados de la política nacional? ¿Qué supone que harían los congresistas norteamericanos si Ileana Ros-Lehtinen, presidenta del importantísimo Comité de Relaciones Internacionales, unida a los otros tres legisladores cubano-americanos, exitosos creadores de una vasta red de apoyo bipartidista a una política de firmeza frente la dictadura, piden a sus colegas que detengan el derramamiento de sangre a noventa millas de la costa estadounidense?

Como es lógico, se trata sólo de un escenario hipotético, pero si Raúl Castro no es un irresponsable patológico, lo mejor que podría hacer es comenzar ordenadamente a desmontar ese monstruoso error con las herramientas que depara la democracia. Eso fue lo que hicieron Augusto Pinochet, Adolfo Suárez, Mijaíl Gorbachov, Wojziech Jaruzelsky y otra media docena de gobernantes realistas cuando confirmaron que era hora de enterrar el ancien régime.

Los gobernantes que actuaron con prudencia se evitaron ellos y evitaron a sus familias y a sus pueblos el horror de la guerra y el obsceno baño de sangre. Los que, como Ceaucescu, trataron de poner puertas al campo, acabaron ajusticiados, como le acaba de suceder a Gadafi. El empecinamiento –es útil que Raúl lo entienda– es la virtud de los imbéciles cuando han renunciado al sentido común.

No obstante, dado que Fidel y Raúl son dos octogenarios indiferentes a la realidad –mucho más Fidel que Raúl–, persuadidos de que es mejor sostenella antes que enmendalla, lo probable es que elijan morir en el ejercicio del poder en un absurdo alarde de terquedad disfrazado de valentía; pero con esa cerril actitud lo único que lograrán es dejar a sus herederos, mucho más débiles que ellos, un problema gravísimo que puede convertir el país en un matadero. ¿Es eso lo que estos hermanos desean para el pueblo cubano? ¿Que una revolución fracasada culmine en una cruel carnicería, luego patrullada por los marinos norteamericanos, como sucedió en República Dominicana en 1965, en Granada en 1983 y en Panamá en 1989?

Si hay una lección que Raúl Castro pudiera aprender de este episodio final de Gadafi (si a su edad es capaz de aprender algo) es que una de las mayores virtudes de la democracia liberal es que genera las instituciones adecuadas para transmitir la autoridad, renovar pacíficamente a la clase dirigente y modificar el modelo económico y social con el objeto de adaptarlo a la cambiante realidad internacional. La democracia, claro, no garantiza la selección de los mejores –esa es siempre una valoración subjetiva–, pero al menos impide que la fiesta se acabe a tiros y deja abierta la puerta para solucionar los problemas civilizadamente. Esa es una invalorable virtud desconocida en los manicomios totalitarios. Es muy triste que Raúl Castro se muera sin entender esta verdad elemental.

Narcocampamento Zeta: entrenaba y divertía a futuros narcos

Aspecto hoy, 24 de octubre de 2011, del rancho "Las Águilas" situado en el municipio de Vallecillos, en el estado mexicano de Nuevo León, a menos de cien kilómetros de la frontera con Estados Unidos, que se había convertido en el mayor "narcocampamento" de uno de los principales cárteles de México, Los Zetas, ya que servía para entrenar a unos 200 sicarios, muchos de los cuales huyen ahora del acoso policial. La residencia principal de este rancho tiene finos acabados, elegantes muebles de madera, salones de juego, cabezas de venados disecadas, una amplia cocina y todo tipo de lujos. Ahora, en cambio, todo parece saqueado. Foto: EFE

El rancho "Las Águilas" situado en el municipio de Vallecillos, en Nuevo León, entrenaba a unos 200 sicarios. En la foto, una mesa de billar para la diversión de los 'pupilos'.

Un rancho mexicano situado a menos de cien kilómetros de la frontera con Estados Unidos se había convertido en el mayor narcocampamento de uno de los principales cárteles de México, Los Zetas, ya que servía para entrenar a unos 200 sicarios, muchos de los cuales huyen ahora del acoso policial.

Dentro del rancho de "Las Águilas", en este poblado del estado de Nuevo León, la desolación es total, según pudo comprobar Efe en un recorrido hecho hoy por el lugar, días después de una serie de operaciones contra responsables de los dueños de la hacienda.

La zona donde se encuentra este rancho está resguardada por efectivos militares, pero dentro sólo hay un centenar de cabezas de ganado, caballos, animales de granja, vehículos y maquinaria abandonada.

La residencia principal de "Las Águilas" tiene finos acabados, elegantes muebles de madera, salones de juego, cabezas de venados disecadas, una amplia cocina y todo tipo de lujos. Ahora, en cambio, todo parece saqueado.

Las zonas aledañas fueron utilizadas por los delincuentes para, entre otras funciones, hacer desaparecer cadáveres de integrantes de grupos rivales.

Fuentes militares dijeron a Efe que, apenas hace un par de semanas, "Las Águilas" era el mayor campo de entrenamiento de Los Zetas, y también servía como refugio para los miembros de este grupo que operan en los estados de Nuevo León y Tamaulipas.

El pasado jueves, el Ejército mexicano informó de un arsenal decomisado en "Las Águilas" al final de una serie de operaciones en este rancho que terminó con 21 muertos entre las filas de Los Zetas y 12 detenidos, incluido el jefe de ese cártel en la zona.

"Las trocas (camionetas) comenzaron a circular por las brechas hace seis meses", comentaron vecinos de Vallecillo que hablaron con Efe con la condición del anonimato.

Los sicarios poco a poco se fueron apoderado de esta extensa zona semidesértica, donde actualmente se pueden observar decenas de ranchos y casas abandonas, ya que sus pobladores habían emigrado años atrás hacia Estados Unidos.

La región de Vallecillos, entre otros municipios rurales del norte de Nuevo León, es una de las mayores expulsoras de emigrantes hacia el país vecino, al grado que los últimos censos registran reducción de población en lugar de crecimiento.

Los primeros enfrentamientos entre los sicarios y los efectivos policiales comenzaron el pasado 11 de octubre, cuando alrededor de 20 camionetas con desconocidos armados emboscaron a una patrulla de la Policía Federal y mataron a dos oficiales que vigilaban la carretera Monterrey-Laredo.

Después del atentado se desplazaron a la zona cientos de efectivos federales, del Ejército mexicano y de la Marina, apoyados por helicópteros, para iniciar la búsqueda de los pistoleros.

El 15 de octubre, los militares detuvieron a Marco Garza de León, alias "el Chabelo", jefe de los Zetas en la zona, junto con tres delincuentes más, identificados como Jorge Gámiz Vega, alias "el Exterminador", Ángel Raúl Hernández ("el George") y Mario Alcorta Ríos ("el Junior"). (Ver: Los apodos de los narcos)

Las fuentes militares identificaron a Garza como jefe de plaza de Los Zetas en cuatro municipios rurales de Nuevo León, donde se dedicaban al secuestro, la extorsión y el trasiego de drogas. Se le decomisaron dos armas largas, un arma corta, 37 cargadores, 909 cartuchos y 8 granadas.

Después de esa captura del "Chabelo", los militares ubicaron en "Las Águilas" el "narcocampamento", en la comunidad de San Carlos, a unos 18 kilómetros al noreste de Vallecillos.

Los siguientes dos días ocurrieron nuevos enfrentamientos entre los efectivos militares y policiales y los sicarios, en los que perecieron una veintena de delincuentes y un soldado y quedaron detenidos varios presuntos miembros de los Zetas, pero alrededor de 150 lograron escapar.

La gran concentración de sicarios obligó a las autoridades a desplazar al menos cuatro helicópteros y cientos de soldados, marinos y policías federales durante varios días para capturar a los huidos, que lograron escaparon por los intrincados caminos vecinales de la zona.

Antes de estos choques armados, Vallecillos contaba con once policías, pero hace poco renunciaron nueve de ellos y ahora solo quedan dos, por lo que la policía federal y la del Estado se han hecho cargo de la vigilancia.

Los escasos dos millares de habitantes del municipio, que no han seguido a sus vecinos para emigrar a Estados Unidos, no salen de sus casas por miedo, ya que temen que los sicarios regresen al lugar para tomar represalias por las acciones del Ejército.

Confimardo: Con todo y Veracruz Seguro, comando asesina a 11 en un pueblo

Xalapa─ Un fuerte operativo militar se puso en marcha luego de que ayer un grupo armado asesinó a 11 personas, presuntos parientes del alcalde de Paso de Ovejas, Adolfo Jesús Ramírez Arana, municipio cercano a Veracruz, además de dejar a varios lesionados.

Los primeros reportes señalan que poco antes de las 18:00 horas arribó un comando de sicarios a bordo de camionetas que se estacionaron en el centro de ese pequeño poblado, para luego disparar con armas de alto poder sobre varias viviendas.

Según testigos, antes del ataque, alrededor de las 17:40 horas, los delincuentes atravesaron varios camiones de pasajeros –que previamente secuestraron– sobre la carretera para cerrar entradas y salidas a dicho municipio, causando terror entre los habitantes.

El tiroteo sobre las viviendas generó una ola de terror entre los lugareños que, desesperadamente, pedían auxilio; en el ataque resultaron cinco personas muertas y otras más lesionadas. Todas familiares del edil.

En tanto, en el panteón fueron tirados los cuerpos de otras seis personas, entre ellas el tío del alcalde del lugar, quien el miércoles 12 había sido “levantado” con cinco miembros de su familia, reportaron fuentes policiacas.

Para cometer los homicidios los delincuentes bloquearon con autobuses la entrada y salida del pueblo, ubicado sobre la carretera libre Veracruz-Jalapa, cerca de Cardel, y con ello impedir la llegada de las fuerzas del orden.

Luego de los hechos, que mantienen a la población presa del terror, arribaron elementos del Ejército, Policía Federal y de Seguridad Pública estatal, quienes montaron un operativo por tierra y aire en búsqueda de los asesinos que se dieron a la huida.

De manera extraoficial se informó que los cuerpos arrojados en el panteón municipal corresponden a tres mujeres y tres hombres, y se acota que no todos los muertos eran familiares del alcalde de Paso de Ovejas.

Hasta esta noche el tráfico vehicular continuaba cerrado por ambos lados, es decir, por la vía que comunica al puerto de Veracruz y la que conduce a la capital del estado, tramo en el que las fuerzas federales mantenían un fuerte operativo.

En tanto, en la caseta de peaje de La Antigua, sobre la autopista Veracruz-Xalapa, se instaló otro retén por elementos de las fuerzas armadas que participan en el programa Veracruz Seguro.

Alrededor de las 22:00 horas, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) aseguró haber iniciado las investigaciones correspondientes, “luego de que las fuerzas del orden que participan en el programa Veracruz Seguro localizaran seis cuerpos sin vida frente al cementerio municipal y dos más en la colonia Ejidal en Paso de Ovejas”.

No obstante, en el escueto comunicado difundido esta noche, la PGJE no habla sobre el presunto grupo armado que abrió fuego sobre viviendas ubicadas en el centro de esa ciudad, ni tampoco aclara si hubo muertos como señalan algunos vecinos del lugar.

La dependencia estatal se limitó a señalar que luego de una llamada telefónica que alertara sobre el suceso, es decir, sobre los cuerpos tirados en el panteón municipal, “las fuerzas del orden se trasladaron al lugar confirmando el hallazgo”.

Al sitio llegaron autoridades ministeriales, quienes dieron fe de los hechos e iniciaron las primeras diligencias, y los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo), en tanto las fuerzas del orden realizaron un operativo en la zona, señaló la PGJE.

El múltiple homicidio ocurre un día después de que las autoridades que participan en el programa Veracruz Seguro informaron que, gracias a los operativos iniciados el miércoles 5, había disminuido el índice delictivo en la entidad.

En un comunicado, emitido el miércoles 19, el gobierno estatal señaló que, según información de la Presidencia de la República, “los resultados han sido relevantes porque han permitido reducir en 73% la tasa de homicidios presentadas en la entidad”.

Dentro de este operativo, dijo, “se han detenido a 260 presuntos criminales”, entre ellos, sobresale la captura de quienes presumiblemente están vinculados al asesinato de 67 personas, cuyos cuerpos fueron encontrados en la avenida Ruiz Cortines de Boca del Río y en diversos domicilios del puerto de Veracruz.

También, agregó, se detuvo a un número importante de peligrosos operadores de Los Zetas y del cártel Jalisco Nueva Generación, que se autodenominan Los Matazetas, “lo que contribuyó no sólo a reducir el número de asesinatos en Veracruz, al evitar homicidios múltiples, sino también a seguir debilitando a estas organizaciones criminales.

“Veracruz Seguro ha conseguido además, en poco más de 10 días, el aseguramiento de más de mil 300 dosis de droga, 40 armas, 3 mil 800 cartuchos de diferentes calibres, 309 cargadores para armamento diverso y 190 vehículos que eran utilizados para la comisión de diversos delitos”.

(Video) Dan prisión a 7 elementos de la AFI por golpear a arraigado

El Juzgado 13 de Procesos Penales Federales dictó auto de formal prisión a siete elementos de la Policía Federal Ministerial adscritos a la Agencia Federal de Investigación (AFI) que golpearon en el centro de arraigo de la Procuraduría General de la República (PGR) a un presunto integrante del Cártel de Jalisco Nueva Generación.

La Procuraduría General de la República (PGR) informó que se trata de David Ramírez Terán, Armando Filomeno Contreras, Moisés Millán León, Hugo Ricardo Ortega Pizaña, Víctor Alejandro Martínez Méndez, Alfredo García Hernández y Ernesto Chávez García.

En un comunicado la dependencia precisó que la indagatoria se inició luego de que una persona arraigada en el Centro Federal de Investigaciones denunció, el pasado 1 de agosto, ante la Visitaduría General haber sido sujeto de extorsión por parte de un elemento de la AFI que laboraba ahí.

En represalia, días después, al denunciante lo sacaron de su celda y llevaron a un área donde fue sometido con violencia, golpeado y amenazado por los siete elementos de la Policía Federal Ministerial.

Como parte de la investigación los agentes de la Visitaduría General y peritos practicaron diversas diligencias; además se obtuvo de los videos de las cámaras de vigilancia del centro de arraigos la secuencia de los hechos.

A través de las imágenes se pudo identificar a los agresores, quienes desalojaron un área para garantizar que nadie pudiera percatarse de lo ocurrido y escogieron un lugar que consideraron alejado de las cámaras y ahí golpearon y amenazaron al denunciante.

Con estos siete policías federales ministeriales, suman 72 los servidores públicos de la PGR que han sido sujetos a formal prisión por la Visitaduría General, desde que la titular de la dependencia, Marisela Morales Ibáñez, asumió el cargo el pasado 7 de abril.

Sobrino de Fidel Herrera entre los 5 Zetas detenidos en Coatzacoalcos por el Ejercito

De acuerdo a información recibida se confirma que uno de los 5 integrantes del grupo delictivo de Los Zetas detenidos el pasado 20 de Octubre en Coatzacoalcos es el sobrino del ex gobernador de Veracruz Fidel Herrera Beltran.

Su sobrino de nombre Rodrigo Herrera Valverde fue detenido por el Ejercito junto a sus cómplices en posesión de armas largas, droga, dinero en efectivo así como de 5 vehículos, Sobrino de Fidel Herrera entre los detenidos con explosivos

Rodrigo Herrera Valverde, sobrino del ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, fue uno de los cinco detenidos a los cuales el Ejército Mexicano detuvo en la colonia Brisas del Golfo de Coatzacoalcos. Herrera Valverde hace apenas unas dos semanas encabezó un plantón en el palacio municipal de Coatzacoalcos para exigir un diálogo con el alcalde Marcos Theurel Cotero en apoyo a una probable candidatura por la presidencia de la República de Fidel Herrera, delegado especial del PRI en la región sureste del país.

En medios nacionales se manejó este día la noticia sobre la detención de los delincuentes, los cuales se presume que son ilegales, sin embargo entre ellos se aprendió a Herrera Valverde, el cual no ha explicado sobre los explosivos hallados, las armas, cinco vehículos robados y el equipo de comunicación. Hasta el momento, el ex gobernador Fidel Herrera no ha emitido declaración alguna, sobre todo porque hace un par de semanas, el Presidente Felipe Calderón Hinojosa acusó al ex mandatario de permitir el ingreso de bandas criminales a Veracruz lo que ha traído como consecuencia la ola de violencia y las mas de 120 ejecuciones. En la parte oficial , se informa de la detención la cual llevaron a cabo uniformados jurisdiccionados a la 29/a Zona Militar luego de realizar reconocimientos terrestres como parte de la Estrategia Integral del Estado Mexicano en contra del Narcotráfico y la Delincuencia Organizada.

Uste disculpe, Presidente

Luis González de Alba

A tal grado detesto a Javier Sicilia y sus arrebatos pidiendo pactos con criminales (lo recordó Carlos Marín a quienes habíamos leído con estupor: “Las mafias están aquí, pues pactemos… Tenemos que convivir con ellos”…Sí, con los que asesinaron a su hijo, ¿buen cristiano, está dispuesto a poner no la otra mejilla, sino otro hijo? Misma ocurrencia de Fox), que me perdí de un momento histórico, alguna vez demanda de jóvenes: el diálogo público con Calderón, transmitido en vivo desde el castillo de Chapultepec. www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/883b546061d676d18d79de33da19c98e)


Sus aliados relanzan la narco-exigencia de retirar al Ejército cuando no hay policía capacitada; su corte acusa al Presidente de 40 mil muertes producidas, en más de 95 por ciento, en la disputa por las sedes vacantes cuando cae un gran capo; apesta el católico poeta a Proceso y La Jornada, con añadido de incienso de sacristía y torpeza de mitin en CCH Oriente; es abominable su revistita católica, con nombre mal transliterado del griego, ésa que lanzó a la jauría (incluida la súbitamente guadalupana Jornada) contra el abad Schulenburg cuando puso en duda la existencia de Juan Diego (de cuya inexistencia no hay duda, sino absoluta certeza y por eso el dogma de la infalibilidad papal ya se fue al excusado de donde salió); a tal punto Sicilia es diva cuando se niega a asistir a una reunión donde estarán otras organizaciones de dolientes y argumenta que Calderón lo invitó a él y sólo a él… que me perdí el diálogo público.


¿No un diálogo así exigíamos los jóvenes para resolver un conflicto mucho, mucho menor en 1968? Cinco puntos simples y uno ingenuo. Me perdí de ver el descaro de llamar “autoritario” al Presidente que los está recibiendo en Chapultepec, les da micrófono para que amplifiquen tres baratijas ideológicas y una andanada de injurias al anfitrión.


Se necesita no sólo ruindad, sino desvergüenza, idiocia profunda, para acusar de hambreador a quien invita a comer y sirve un banquete.


Calderón admitió un diálogo con organizaciones críticas de su gobierno, sobre todo el grupo de Sicilia, se transmitió en vivo y entró toda la prensa que quiso hacerlo. Y lo llamaron autoritario. Ya no entiendo nada.


Por pedir menos que eso, Díaz Ordaz nos respondió conTlatelolco.


El ánimo vengativo ciega, lo reconoce Federico Arreola: “Acepto que fui el que inició el rumor del alcoholismo de Felipe Calderón. Lo hice en 2006, en el programa radiofónico de Joaquín López-Dóriga, después de que Calderón me calumnió miserablemente. A una mentira respondí con otra. Hice mal, lo reconozco”:


sdpnoticias.com/sdp/columna/federicoarreola/2011/02/10/1192562.


Es el turno de Sicilia: como buen católico, de pedir perdón a quien lo recibió y escuchó… aunque no dijera sino frases huecas dirigidas a obtener el palmoteo de su público.


Veamos la diferencia entre el diálogo público en Chapultepec y, antes de las elecciones de 2006, al auto-reconocido calumniador, Federico Arreola, visitando directores de diarios para señalar qué periodistas debían ser despedidos, cuáles puestos a prueba de forma temporal y cuáles se quedarían cuando Manuel Andrés iluminara la Presidencia como anhelado Rayito de Esperanza que se remonta a 1810.


Esa es la democracia de un priista de toda su vida, López Obrador, cuya riqueza inexplicable le permite, dicho por él mismo, tener 35 mil comités seccionales en toda la república y recorrer tres veces todo el país en campaña presidencial que, contra la ley, lleva cinco eternos años... ¿Quién paga tarimas, toldos, sonidos, lonches, matracas, autobuses de acarreo y todo eso?: el PT de Salinas. O, aprendiendo de Arreola, hay un candidato magnífico y de fortuna certificada por Forbes…


Gracias, Felipe Calderón, por probar que no tengo razón cuando he afirmado que “diálogo” y “público” son mutuamente excluyentes, y que un Presidente puede oír, frente a él y con TV e Internet en vivo, injurias mayores que la de gritarle “Sal al balcón, hocicón”; responder las peores majaderías con datos verificables. Y, por supuesto, enojarse como cualquiera, pero Sicilia no está detenido en el Campo Militar


No. 1.


Y no, abajo-insultantes, no me he afiliado al PAN y debo la renta de un mes, ruines calumniadores.


Un buen izquierdazo. Teniendo el PAN tan flaca caballada para el 2012, un buen golpe con rebase de la “izquierda”, sería lanzar una mujer: primer caso en nuestra historia.

Guillermo Ortiz propone IVA generalizado

El presidente de Grupo Banorte resaltó la urgencia de aprobar la reforma laboral; el ex gobernador de Banxico señaló que mientras sea caro correr a un trabajador, no lo contratarán.

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Guillermo Ortiz dijo que “hay que destetar al sistema fiscal de la operación de Pemex”. (Foto: Alfredo Pelcastre / Mondaphoto) Guillermo Ortiz dijo que “hay que destetar al sistema fiscal de la operación de Pemex”. (Foto: Alfredo Pelcastre / Mondaphoto)

QUERÉTARO, México (CNNExpansión) — Para que México pase de ser una economía emergente a una desarrollada no hay vara mágica, pues debe hacer un conjunto de acciones que se resumen en tres reformas fundamentales: la primera es la fiscal-energética con un aumento al IVA y generalizado, la reforma laboral y la desregulación, afirmó Guillermo Ortiz, presidente de Grupo Financiero Banorte.

Ortiz, al referirse a la agenda de desarrollo necesaria para México, señaló que lo que el país necesita en materia fiscal-energética es la aplicación de un Impuesto al Valor Agregado IVA) generalizado y alto, con exenciones para las clases necesitadas.

"Ahora que estoy fuera del sector público puedo decir que necesitamos un IVA generalizado relativamente alto, simplificar enormemente el tema de pago de impuestos, aumentar la base fiscal, flexibilidad en la parte laboral y desregulación", dijo. "Todo esto nos daría unos 3 o 4 puntos del PIB, una buena reforma que nos permita despegarnos de Pemex".

"Hay que destetar al sistema fiscal de la operación de Pemex" pues el energético tiene sólo 10% de valor agregado, representa el 15% de las exportaciones y el 35% de los ingresos del país, agregó el ex Gobernador del Banco de México.

La reforma laboral es indispensable, pues mientras siga costando tanto despedir a un trabajador, será muy difícil que los empresarios se animen a contratarlos.

Ortiz reconoció que el sistema financiero mexicano está bien y es sano en lo general, pero esto debe traducirse en más y mejor crédito. Por ejemplo, dijo, en Chile el 90% de las empresas tienen acceso a crédito, mientras que en México sólo lo tiene el 20%.

Esto es porque en los últimos 10 años se ha querido desaparecer a la Banca de Desarrollo, además de que la banca privada no ha hecho su trabajo y se refleja en la baja penetración de los servicios financieros.

Ortiz participó en la mesa "Cómo pasar de mercado emergente a país de economía desarrollada" a de la novena Cumbre de Negocios, donde compartió el panel con el profesor del IESE Business School, Pankaj Ghemawat y que fue moderada por Manuel Rivera, CEO de Grupo Expansión.

Después de reconocer el buen desempeño macroeconómico de México, Ortiz señaló que la economía mexicana no tiene puntos de presión, pero si en Europa los países no logran ponerse de acuerdo, la crisis de 2008 provocada por los derivados, en el caso Lehman Brothers, resultará un juego de niños.

El ejemplo Cemex

Previo a la participación de Ortiz, el profesor Pankaj Ghemawat señaló que la dependencia de México en Estados Unidos (84% del comercio es con EU) es uno de los retos para diversificarse y, ante la falta de dinamismo de los norteamericanos, deberá ponerse énfasis en dinamizar la economía y el mercado doméstico.

Sobre lo que debería hacer el país para pasar de emergente a desarrollado, el profesor del IESE recomendó tomar como ejemplo lo que ha hecho Cemex:

* Contratar a los mejores de las mejores escuelas de negocios del mundo.

* Implementar programas de capitación.

* Desarrollar equipos de trabajo trasnacionales y tener un tipo de alta dirección multinacional.

* Tener un sólo idioma oficial para hacer negocios (Cemex adoptó el inglés)

* Enfatizar en el uso de las Tecnologías de la Información

* Contratar consultores internacionales y realizar comparativos (benchmarks) globales

Steve Jobs, empresario ejemplar

por Chris Edwards

Chris Edwards es Director de Estudios de Política Fiscal de Cato Institute.

Con la triste muerte de Steve Jobs, todo el mundo está hablando del hecho de que fue un gran empresario. Pero, ¿qué hacen exactamente los empresarios como Jobs para la economía?

He estudiado las historias de docenas docenas de líderes empresarios pioneros en negocios en los EE.UU. —desde Samuel Morse y Thomas Edison hasta Bill Gates y Fred Smith. Lo que he descubierto es que aunque Steve Jobs fue grandioso, el auge de Apple Computer no es algo único en nuestra historia.

Los historiadores Nathan Rosenberg y L.E. Birdzell descubrieron que “nuevas empresas, especializándose en nuevas tecnologías, fueron esenciales para la introducción de la electricidad, el motor de combustión interna, los automóviles, los aviones, los equipos electrónicos, el aluminio, el petróleo, los materiales plásticos y muchos otros avances”. Al principio de prácticamente cada industria, unas cuantas personas con agallas han asumido grandes riesgos para desafiar las viejas costumbres, para socavar a las empresas dominantes y muchas veces luchan en contra de las barreras estatales que obstaculizaron su camino.

Observando a Jobs y a otros grandes empresarios, he identificado cinco funciones claves que ellos han desempeñado en la generación del crecimiento:

  • Los empresarios son innovadores radicales. Sus invenciones usualmente son inesperadas y muy perjudiciales para los negocios existentes. Rosenberg y Birdzell señalan que los primeros productos pioneros de Apple no fueron ideados por “cualquier de las principales empresas de manufacturas de computadoras, ni por la Unión Soviética ni por el Comisariado de Planificación de Francia ni por Ministerio Comercio Internacional e Industrias de Japón (MITI)”. Otro innovador radical de la década de los setenta fue Fred Smith de Federal Express. Hoy consideramos la entrega de paquetes al día siguiente como algo normal, pero le tocó a Smith luchar con los obstáculos regulatorios y demostrar que había una gran demanda de ese servicio.
  • Los empresarios hacen que nichos se conviertan en grandes empresas. Bill Gates inició su carrera escribiendo código para una computadora desconocida llamada MITS Altair. Aquel no hubiera parecido el camino a la cima en ese entonces —era un nicho (software) dentro de otro nicho del mercado (microcomputadoras). Pero los líderes de las empresas gigantes para computadoras y microcomputadoras pasaron por alto las microcomputadoras que desconocidos como Gates y Jobs estaban desarrollando. Tan solo hace un año, el iPad de Apple parecía ser un producto de mercado nicho, pero la demanda de computadoras tablet se ha disparado.
  • Los empresarios generan competencia. Apple Computer ha jugado un importante papel en proveer una alternativa al gigante Microsoft, ya que siempre se mantuvo un paso delante de ellos. La historia estadounidense está llena de empresas ágiles y advenedizas proveyendo un importante contrapeso a las empresas dominantes. Una gran historia es el florecimiento de la Corporación MCI de William McGowan durante los setenta y ochenta. MCI ayudó a destruir el monopolio de AT&T, construyendo así el camino para que Jobs y otros empresarios consumen el matrimonio entre las computadoras y la tecnología de telecomunicaciones.
  • Los empresarios son conejillos de Indias. La economía moderna está sumida en la incertidumbre. Nadie puede predecir correctamente el futuro, ni siquiera los mejores empresarios. Steve Jobs fue un gran conejillo de Indias en cuanto a la alta tecnología y tuvo una gran cantidad de productos fallidos. Pero los buenos empresarios aprenden de sus errores y vuelven a intentar. Ransom Olds, el padre de la industria automotriz de EE.UU., fracasó varias veces con los carros con motor de vapor y otras tecnologías antes de triunfar con el primer carro con motor de gasolina en 1901, el cual también fue el primer auto producido en masa. Incluso en 1910, Thomas Edison aún insistía que “la batería de níquel-hierro pondría los carros a gasolina… fuera de circulación en cualquier momento”.
  • Los empresarios convierten las invenciones en innovaciones. El camino a la prosperidad de EE.UU. muchas veces es presentado como un proceso constante de acumular nuevas invenciones. Esa narrativa del “empuje de la ciencia” muchas veces está implícita cuando se hacen llamados a que el Estado financie la ciencia. Pero esa interpretación está equivocada. Las economías crecen debido a las innovaciones, las cuales son invenciones que los empresarios empaquetan y ponen a prueba en el mercado. Los chinos inventaron el papel, pero fue en la Europa pluralista donde la imprenta surgió gracias a los avances de Gutenberg. Apple Computer ha sido brillante tanto en lograr grandes avances tecnológicos como en adivinar las demandas del mercado.

¿Cuáles son las lecciones que de políticas públicas que podemos aprender de la gran historia empresarial de EE.UU.? Una lección es que los políticos que dirigen subsidios hacia empresas de energía solar, trenes de alta velocidad u otros esquemas ignoran las verdaderas fuentes del crecimiento económico. Porque las incertidumbres del mercado abundan, no podemos depender de las agencias estatales y de las empresas dominantes para asegurar nuestro futuro económico.

En cambio, podemos fomentar el crecimiento alentando una cultura de emprendimiento, eliminando las barreras a la entrada, reduciendo los impuestos sobre las inversiones riesgosas y simplemente dejando de obstaculizar a la próxima generación de Steve Jobs.

La expulsión del paraíso

por Jaime de Althaus

Jaime de Althaus Guarderas es Director y Conductor del programa La Hora N, columnista del diario El Comercio (Perú) y autor de varios libros sobre el desarrollo del Perú.

El movimiento de los ‘indignados’ alberga muchos reclamos, pero es principalmente el grito de protesta de los expulsados del Estado de bienestar en aquellos países en los que este colapsó o debe reducirse severamente porque sus ingresos no alcanzan para pagar sus gastos. Es, entonces, la protesta de los despedidos, de los que ahora deberán trabajar dos o cinco años más porque la edad de jubilación era muy temprana y no hay cómo pagar a tanto jubilado joven, de los beneficiarios de subsidios ahora recortados o de seguridades laborales flexibilizadas, de los funcionarios públicos a los que se les ha reducido dolorosamente los sueldos, única manera de efectuar ajustes en países que carecen de moneda propia. Una movilización, en esencia, contra la pérdida de una seguridad económica que se creía dada para siempre.

Es una protesta, por lo tanto, perfectamente natural. Pero no es revolucionaria. Su aspiración no es fundar un nuevo orden, sino restablecer el estado de comodidad anterior. Se reviste, sin embargo, de protesta contra el orden capitalista existente, como si el Estado de bienestar no hubiese sido un subproducto de este. La protesta no se vuelca contra los excesos populistas del Estado de bienestar, contra los políticos que asignaron beneficios insostenibles a cambio de votos, por la sencilla razón de que los electores, los propios ‘indignados’, son cómplices de esas decisiones. Son sus beneficiarios. Se vuelca entonces contra los bancos, contra el sistema capitalista. Sin los que, paradójicamente, no habría Estado de bienestar posible.

Es cierto que hay sueldos obscenos en los mismos bancos que originaron la crisis del 2008. Y que algunos gobiernos aplicaron paquetes de estímulo fiscal para contrarrestar esa crisis. Pero a los que les ha ido mal son a los países que ya tenían un déficit fiscal muy grande antes de la crisis. Las reformas al Estado de bienestar se vienen reclamando hace años. Para solventar esos déficits los gobiernos se endeudaron crecientemente y ahora no pueden pagar la deuda a los bancos. Es infantil, absurdo e ideológico reclamarle a los bancos por una deuda generada por los estados.

En el Perú no hubo ‘indignados’ que se movilizaran el sábado no porque los ‘indignados’ locales hubiesen ganado con Ollanta Humala, sino porque no hay Estado de bienestar del cual estemos siendo expulsados, aunque sí hemos tenido un Estado populista que creó privilegios, cuya abolición generó indignados: los maestros del Sutep, por ejemplo, cuando se estableció la evaluación y la carrera meritocrática. Acá el crecimiento capitalista está haciendo posible construir recién un Estado, a secas. Justamente, se trata de no recaer en protecciones estatales y legales excesivas, que anulan la iniciativa individual, disuaden la inversión y resultan, a la larga, insostenibles.

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