viernes, 23 de septiembre de 2011

Economía para descerebrados – Curso intensivo para intelectuales

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Escrito por El Fiscalizador
Prefacio
“Economía para descerebrados” nace como un proyecto personal cuyo objetivo es ser la referencia inmediata para la persona con sentido común y sin conocimientos previos de economía. Con un CI de 80 estamos. Bubba y Forrest lo entenderían.

Contenidos
I. Introducción
II. La Ciencia Económica
1. Escasez
2. Costo de Oportunidad
3. Las cuatro preguntas
4. Características de la Economía de Mercado
5. Los Factores de la Producción
6. Flujo Circular
7. La Mano Invisible
8. La Ley de la Demanda
9. La Ley de la Oferta
10. Precio de Equilibrio
11. Aclaración
12. Elasticidad/Inelasticidad en las curvas de of. y dem.
13. Externalidades Negativas y Positivas
14. Producto Interno Bruto

Introducción
¿Qué es la Economía? ¿Por qué tenemos dinero? ¿Qué determina el costo de los bienes que compramos? La Economía es el estudio del Sistema de Mercado; Es el estudio del cómo las personas toman decisiones respecto a lo que compran, producen, y cómo el Sistema de Mercado funciona. Esta guía busca aclarar estos misterios con respuestas simples, de sentido común. Una vez la haya leído, tendrá una mejor idea sobre lo que hace funcionar nuestra economía.

La Ciencia Económica
Escasez
La gente quiere muchas cosas en la vida; de hecho, mientras más tienen, más quieren. Cuando una necesidad es satisfecha, una nueva aparece y la reemplaza. Nuestras necesidades son infinitas, pero los recursos para satisfacerlas son limitados. No existen suficientes recursos para dar a cada uno lo que desea.
El concepto de escasez es uno de los más importantes en Economía. Si tuviésemos los recursos para satisfacer cada necesidad que nos ocurriera, todo el mundo tendría todo lo que quiere. Pero la vida no es así; tenemos recursos limitados, y debemos tomar decisiones respecto a cómo usarlos. La Economía es el estudio de estas decisiones.
Costo de Oportunidad
Como tenemos más necesidades que recursos para satisfacerlas, debemos elegir el satisfacer una por sobre otra. El costo de oportunidad de la decisión es a lo que tenemos que renunciar para obtener lo que queríamos. Usted puede querer un iPad2, pero al mismo tiempo un LCD de 42 pulgadas pero no tiene el dinero para comprar ambos. Si elige el iPad2, el LCD de 42 ha sido el costo de oportunidad de tal decisión. Usted puede decidir llevar una amiga a cenar en vez de llevarla a bailar. Usted puede decidir calentar la materia antes de un examen en vez de dormir un poco más. En cada ejemplo, se hace una elección, algo se sacrifica, existe un costo, el cual no necesariamente es monetario.
Todo tiene un costo alternativo.
Las cuatro preguntas
Existen cuatro preguntas básicas que debe responder toda economía. ¿Qué debe producirse? ¿Cuánto debe producirse? ¿Qué medios deben ser usados? ¿Cómo deben ser distribuidos los bienes y servicios?
Existen dos tipos de economías: La economía planificada y la economía de mercado. En una economía planificada, el gobierno responde estas preguntas. En una economía de mercado, el mercado decide cómo responder a estas cuatro preguntas básicas. Una economía de mercado responde a estas preguntas señalando que cada productor puede responder estas preguntas por sí mismo. Un productor puede tomar sus propias decisiones, pero estas decisiones estarán determinadas por el mercado. En otras palabras, un productor toma decisiones que importarán la venta de su producto y el que gane dinero con ello. A fin de cuentas, es el público el que realmente toma las decisiones al elegir si compra o no un determinado producto.
Actualmente en Chile tenemos una economía de mercado en decadencia luego de 20 años de concertación y un gobierno de derecha populista, conservador y capturado por los intereses especiales.
Características de una Economía de Mercado
Existen a lo menos cinco características que determinan el estar en presencia de una real economía de mercado: Libertad económica, incentivos económicos, competencia, propiedad privada e inexistencia de gobierno.
Libertad Económica: En una economía de mercado, las personas tienen la libertad de tomar sus propias decisiones económicas. Tienen el derecho a decidir en qué trabajar y por qué salario. Un productor tiene libertad de producir los productos que desee y al precio que decida venderlos. Todo el mundo tiene derecho a elegir lo que más le convenga en tanto no interfiera con los derechos de los demás.
Incentivos Económicos: El hecho que todo el mundo tenga libertad económica no implica en la práctica que la gente puede hacer sencillamente lo que quiera. Un productor puede desear cobrarnos una fortuna por una porquería pero la gente no le comprará. Este es un ejemplo de incentivo económico. Entendemos por tal las consecuencias positivas o negativas de tomar una decisión económica. Un incentivo positivo por ejemplo, como el obtener una ganancia por la venta de un producto, estimula al productor a producir lo que los consumidores desean. Un incentivo negativo, como una baja en la demanda dada por la sustitución de un bien por otro (cobre por fibra óptica), desanima a los productores a seguir ofreciendo la misma cantidad de este bien.
Competencia: En una economía de mercado siempre existirá competencia. Esto significa que no existe un solo productor para un bien requerido por el público. Usualmente existen muchos productores de cada bien imaginable. Esto otorga a los consumidores la posibilidad de elegir a la hora de comprar. Si no les gusta el precio o la calidad ofrecida por un fabricante, pueden comprarle a otro. Esto incentiva al productor a ofrecer productos de calidad y cobrar precios competitivos por los mismos. Si no lo hacen, pierden como en la guerra frente al “negocio de enfrente”.
Propiedad Privada: En una economía de mercado, las compañías o individuos son dueños de los factores de producción que usan en la fabricación de los productos que ofrecen, a diferencia de lo que ocurre en economías planificadas, en que el Estado es dueño de estos medios.
Inexistencia de Gobiernos: Una real economía de mercado requiere la inexistencia de Estados y Gobiernos (algunos hablan de gobiernos limitados pero esto es una entelequia). Solo esto asegura que el poder de decidir pertenezca a la gente y que nadie jugará un rol en las decisiones de los demás.
Los Factores de Producción
La producción de bienes y servicios requiere el uso de recursos. Estos recursos son denominados los “factores de producción”. Tradicionalmente se han dividido en Tierra, Trabajo y Capital.
Tierra: Los recursos naturales utilizados por la gente: Bosques, tierra cultivable, minerales, agua, etc.
Trabajo: La capacidad humana de producir bienes o servicios: Talentos, habilidades, fuerza física, etc.
Capital: Bienes hechos por la gente para ser usados específicamente en la producción de bienes y servicios: Herramientas, equipos de oficina, carreteras, fábricas, etc.
Otro factor de producción es el Emprendimiento. Un emprendedor es una persona que pone a trabajar juntos todos los factores de la producción para ofrecer un bien o servicio. Sin emprendimiento, ningún bien o servicio podría ser producido.
Flujo Circular
En una economía de mercado existen dos mercados: El “mercado de factores”, y el “mercado de productos”. En el mercado de productos, los propietarios de los factores de producción venden sus servicios a compañías que producen bienes. A cambio, las compañías pagan sueldos a los trabajadores además de rentas e intereses. En el mercado de factores, la gente vende y las compañías compran.
En el mercado de productos, las compañías venden los productos que han elaborado a gente que paga dinero por ellos. El dinero se mueve en dirección opuesta esta vez. Es la gente la que compra bienes a las compañías que los producen.
De esta forma, el dinero fluye en la economía de forma circular. El dinero va de productores a trabajadores a través de los sueldos y el dinero vuelve a los productores en forma de pago por sus productos.
La Mano Invisible
La Mano Invisible es un concepto que básicamente señalaba “los productores serán guiados como por una mano invisible a producir lo que el público requiere”. La razón para aquello es, irónicamente, la codicia; Un productor deseará producir lo que la gente quiere simplemente porque eso le reportará un beneficio. Por el contrario, un productor no deseará producir algo que sea visto por el público con desdén, pues esto le causará pérdidas.
La Ley de la Demanda
La Ley de la Demanda señala que cuando el precio de un bien baja, la demanda por el mismo aumenta. Cuando el precio baja, gente que no podía adquirir el bien ahora puede hacerlo, y gente que no quería adquirirlo al precio anterior, ahora estará dispuesta a hacerlo a precio rebajado. Si el precio llega a bajar demasiado, la gente aumentará significativamente el consumo del producto, encontrándole incluso usos alternativos. Por ejemplo, si baja demasiado el precio de un determinado teléfono celular, la gente comprará uno para usarlo exclusivamente como GPS.
La Ley de la Oferta
La Ley de la Oferta señala que cuando el precio de venta de un bien aumenta, existirá más gente produciéndolo. Como un mayor precio implica más ganancia para el productor, a medida que el precio aumenta, más gente querrá producir el bien a medida que ven el dinero que puede obtenerse.
Precio de Equilibro
Si dibujamos un gráfico de demanda, con el precio en el eje de la abscisa y la cantidad demandada en el eje de la ordenada (X e Y respectivamente), el gráfico representaría una curva de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha; a medida que el precio aumenta, la demanda disminuye. Si dibujamos un gráfico de oferta, la curva iría de abajo hacia arriba; a mayor precio, se oferta más. Si dibujamos ambas curvas en el mismo gráfico, el punto en el cual ambas se encuentran se denomina “Precio de Equilibrio”. Este es el precio al cual la cantidad de productos demandados se iguala a la de productos ofertados; en otras palabras, si el precio de un producto es el de equilibrio, cada individuo que requiera una cantidad, encontrará alguien dispuesto a vendérsela.
Si el precio del producto se fija demasiado alto, se producirán más bienes que los requeridos, existirá sobreoferta. Si el precio se fija demasiado bajo, existirá una demanda que sobrepase el número de bienes producidos; existirá déficit.
Si de repente un producto se vuelve muy popular y la demanda total por el mismo aumenta explosivamente, esto es, más gente demanda el mismo producto, la curva de demanda se moverá hacia arriba y a la derecha, incrementando el precio de equilibrio.
Por el contrario, si la demanda disminuye, la curva de demanda se moverá hacia abajo y a la izquierda, reduciendo el precio de equilibrio.
Elasticidad e Inelasticidad en las curvas de Oferta y Demanda
Si la demanda por un producto no se ve afectada por un cambio en su precio, se dice que el producto tiene una “demanda inelástica”. Aquellos productos necesarios para sobrevivir como la comida, son genéricamente inelásticos. La gente los compra independientemente de su precio, porque son realmente necesarios.
Si la oferta de un producto no es afectada por un cambio en su precio, se dice que tiene una “oferta inelástica”. Si un producto es difícil o imposible de producir, o muy complejo de producir en grandes cifras, tendrá una oferta inelástica. Si el precio aumenta, los productores no pueden ofertar mayor cantidad. Un ejemplo de este tipo lo encontramos en las antigüedades. Es imposible ofertar mayor número aunque el precio aumente. Esto, claro está, si tomamos antigüedad por tal y no como imitaciones.
En un gráfico para un producto cuya demanda (u oferta) sea inelástica, la curva tendrá una pendiente marginal, tendiendo a ser horizontal en vez de vertical; A mayor inelasticidad de la demanda, el gráfico será cada vez más horizontal. El gráfico de un producto cuya demanda (u oferta) sea perfectamente inelástica será una línea completamente horizontal; la cantidad demandada u ofertada será siempre la misma sin importar el precio.
Externalidades Negativas y Positivas
Cuando tiene lugar una transacción, existen dos partes involucradas: El vendedor que vende un producto al comprador, y el comprador que compra un producto al vendedor. El negocio tiene lugar entre ellos y nadie más. Sin embargo, en ocasiones, un tercero que no está involucrado en la transacción sufre un perjuicio u obtiene un beneficio con la misma. A este fenómeno llamamos externalidad negativa o positiva respectivamente.
Un ejemplo de externalidad negativa lo encontrarnos en un paquete de cigarrillos: Existe un quiosco que vende y un fumador que compra, a lo que debemos sumar las personas que se ven afectadas por el humo del cigarrillo que ellas no han comprado.
Un ejemplo de externalidad positiva lo encontramos en un perfume agradable. Existe una tienda que lo vende y una mujer que lo usa, los beneficiados somos las personas que la rodeamos y disfrutamos de un aroma agradable aunque no hayamos gastado un peso en el frasco de perfume.
Producto Interno Bruto
El Producto Interno Bruto es el valor total de todos los bienes y servicios producidos en un país. A la hora de contabilizar el PIB, se consideran solo los valores finales de los bienes y servicios. Esto significa que no se incluye el valor de los insumos que permiten producir el bien. Una casa, por ejemplo, contribuye con su propio valor, el cual ya incluye el de los ladrillos, madera, cables, vidrios, cemento y otras cosas necesarias para construirla.

¿Cuanto gana un cubano al mes?

El Estado versus el bandolero

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Célebre pasaje del gran Lysander Spooner, de su obra No Treason, donde muestra cómo hasta el accionar de un bandolero es más respetable que cualquier Estado. Subtitulado en inglés y castellano (usando UniversalSubtitles). Gracias a Orden Voluntario.


Praxeología y anarquía

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Una defensa rothbardiana de las instituciones. Escrito por Manuel Llamas. Sobre la praxeología aristotélica-rothbardiana y las instituciones sociales.

La aplicación de la metodología propia de las Ciencias Naturales al ámbito de la acción humana es, sin duda, el mayor de los errores cometidos en este campo, por ser ésta la semilla de la ingeniería social que tanto daño ha causado, no sólo al estudio de las Ciencias Sociales sino, sobre todo, al progreso de la humanidad en todas sus vertientes, tanto económica, como social, jurídica o cultural.

El denominado constructivismo social es el mayor de los males, ya que rechaza la naturaleza misma de las instituciones. Esto es, su innato carácter evolutivo y espontáneo. De este modo, dicha corriente, predominante por desgracia en la actualidad, niega la esencia misma de la naturaleza humana, cayendo así en la fatal arrogancia denunciada por Hayek. Al considerar toda institución como un producto deliberado de la razón, el científico, en su papel de ingeniero social, se arroga potestad absoluta para reorganizar la sociedad a su antojo y desde cero. Y ello, en base a arbitrarios conceptos de “eficiencia” y “justicia” que derivan de su particular óptica subjetiva.

El campo de las Ciencias Sociales se compone de tres niveles de análisis: acción humana, relaciones de intercambio e instituciones sociales, siendo este último el más complejo de todos, ya que contiene y abarca los dos estadios previos.

La Escuela Austríaca ha demostrado fehacientemente el gran error de aplicar el método de las Ciencias Naturales en este campo. Es el denominado “Cientismo”, definido por Hayek como la indebida e indiscriminada aplicación de la Ciencia Natural al ámbito de la acción humana. El Positivismo establece que tan sólo existe un método científico -el de la Ciencias Naturales- aplicable para plantas, animales y hombres (monismo metodológico). Idea que contrasta con el dualismo metodológico, que establece la necesidad de aplicar un método diferenciado al estudio de la acción humana, ya que la innata capacidad creativa diferencia al hombre del resto de animales.

El “Cientismo” no se puede aplicar por cuatro motivos básicos:

  1. Las ideas no se pueden observar directamente en el mundo exterior, sólo se pueden interpretar, y para ello se precisa de una teoría previa.
  2. Los fenómenos de la acción humana son complejos, no se pueden aislar, no son susceptibles de experimentos de laboratorio. Las leyes en Economía se enuncian siempre bajo la premisa de ceteris paribus (a igualdad de circunstancias), pero la realidad siempre es cambiante, por lo que no se puede aislar el fenómeno. Por ello, primero es necesario enunciar la ley, y sólo después interpretar la realidad.
  3. No existen constantes: todo son variables, no existen relaciones funcionales y los fenómenos no se pueden medir cuantitativamente (el poder adquisitivo del euro, por ejemplo, varía constantemente).
  4. No se pueden aplicar modelos estáticos de equilibrio a una realidad que siempre cambia y está, además, en constante desequilibrio.

Las instituciones jurídicas y, en general, todas las instituciones sociales (lenguaje, dinero, mercado, etc.) surgen así de procesos evolutivos en los que un número muy grande de personas aporta cada una a lo largo de la historia su pequeño granito de arena de información práctica y creatividad empresarial, dando lugar de forma espontánea, y de acuerdo con la conocida teoría de Menger, a unas instituciones que son producto, sin duda alguna, de la interacción de muchos hombres, pero que no han sido diseñadas ni organizadas conscientemente por ninguno de ellos.

Y esto es así porque ninguna mente humana ni grupo organizado de mentes humanas posee la capacidad intelectual necesaria para asumir ni comprender el enorme volumen de información práctica que ha intervenido en la paulatina generación, consolidación y ulterior desarrollo de esas instituciones. Por el contrario, dichas instituciones han ido surgiendo como resultado del proceso empresarial de interacciones humanas, extendiéndose a grupos cada vez más amplios mediante el mecanismo de aprendizaje e imitación inconsciente -prueba y error-.

Así pues, dada la complejidad y naturaleza de la acción humana, su estudio y análisis precisa de un método radicalmente distinto al de las ciencias empíricas. La Praxeología tiene por objeto investigar la categoría de la acción humana, y ello mediante un método propio cuyas características básicas son:

  1. Apriorístico y deductivo: siempre parte de un axioma, un presupuesto irreductible. La acción humana es el punto de partida.
  2. Axiomas — supuestos — razonamiento lógico deductivos — leyes económicas.
  3. Las leyes de la economía tienen validez universal.
  4. Individualismo metodológico (Menger): todo debe ser retrotraíble a la acción humana individual, ya que toda la Ciencia Económica pivota en torno al individuo.

Así, lo único que se precisa para deducir todos los teoremas praxeológicos es conocer la esencia misma de la acción humana, un conocimiento que ya poseemos por el simple hecho de ser hombres. De este modo, no se requiere acudir a experimentación alguna, tan sólo es necesario aplicar el análisis lógico de aquellos conocimientos que llevamos dentro, referidos a la categoría de acción, para poder asimilar mentalmente los teoremas en cuestión. Partiendo de este fundamento inconmovible que es la categoría de acción humana, la Praxeología y la Economía progresan, paso a paso, en sus estudios mediante el razonamiento reflexivo.

La Praxeología -y, por tanto, también la Economía- es una disciplina de índole deductiva. Así pues, el método apriorístico-deductivo de la Escuela Austríaca es aplicable a las Ciencias Sociales en su conjunto. En este sentido, hay que tener en cuenta que el propio Menger, partiendo del estudio de la acción humana y de las relaciones de intercambio, logró articular una teoría acerca de la aparición y desarrollo evolutivo de las instituciones sociales. Lo mismo sucede con Murray Rothbard en su obra La Ética de la Libertad.

Rothbard defiende que, existiendo una Ley Natural cierta y objetiva sobre la que construir un esquema de normas éticas (Derecho Natural), es posible determinar, en última instancia, una serie de leyes o normas materiales capaces de regir realidades concretas

La ética de la ley natural establece que puede determinarse lo que es bueno o malo para el hombre según le permita o le impida realizar lo que es mejor para la naturaleza humana

La Escuela Austríaca se fundamenta, precisamente, en la existencia de una serie de derechos individuales que son inalienables y forman la esencia misma del Derecho Natural, tales como el respeto a la vida, la propiedad privada, la libertad y el cumplimiento de los contratos. De hecho, la evolución natural de las instituciones sociales responde, precisamente, al cumplimiento de dichos principios fundamentales para el desarrollo pacífico de la vida en sociedad.

Rothbard, partiendo de las enseñanzas de Santo Tomás de Aquino y conforme a lo señalado por el jurista inglés sir William Blackstone, demuestra que si una acción tiende a la felicidad humana ésta forma parte de la Ley Natural, mientras que si destruye la felicidad humana entonces está prohibida por esa misma Ley Natural. Dicho fundamento ético es esencial para poder comprender la naturaleza misma del ser humano y enjuiciar así, correctamente, los actos que tienden a favorecer o destruir el progreso económico y el desarrollo de una vida pacífica en sociedad.

Es éste, y no otro, el sustrato ético que conforma el surgimiento y desarrollo de los órdenes espontáneos, es decir, de las mismas instituciones sociales, tales como el mercado, el dinero o el derecho. De hecho, los padres fundadores de EEUU enunciaron explícitamente tales derechos, al establecer en la Declaración de Independencia lo siguiente:

Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad

En este sentido, resulta evidente que el intervencionismo estatal y la coacción son actos inmorales y éticamente condenables por obstaculizar la función empresarial y, por tanto, la cooperación social, esencia misma del mercado (equivalente a la sociedad). De este modo, las leyes deben limitarse a declarar los derechos naturales de los seres humanos y a prohibir toda conducta que viole dichos derechos, ya que de lo contrario surgiría una tiranía legal.

Un sistema jurídico libertario, tal y como establece Rothbard, debe permitir que la sociedad se organice libremente (de forma espontánea) siguiendo las decisiones individuales de los miembros que la integran (cooperación social mediante relaciones libres de intercambio). El orden jurídico espontáneo se sustenta sobre el respeto a estos principios básicos que conforman el Derecho Natural.

Al hablar de ley o derecho, se trata de la ley como salvaguarda de la libertad, por tanto, no es otra cosa que no sea el conjunto de normas de conducta que constituyen el derecho privado y el derecho penal, lo que implica que no es derecho cualquier prescripción emanada por una autoridad legislativa que sobrepase lo señalado.

Partiendo de esta base, Rothbard fundamenta racionalmente en su obra una ética positiva de la libertad. Según el autor, la economía puede ciertamente contribuir en gran medida a la defensa de la libertad individual, pero no es capaz de implantar por sí sola una auténtica filosofía política. Para emitir juicios políticos se requieren juicios de valor, por lo que la filosofía política es necesariamente ética y, por tanto, es preciso implantar un sistema ético positivo para poder defender con sólidos argumentos la causa de la libertad.

La clave de esta teoría ética es la clara delimitación de los derechos de propiedad, que el autor realiza siguiendo la línea marcada por el respeto al Derecho Natural ya enunciado y, concretamente, el derecho que todo individuo tiene a poseerse a sí mismo y disponer de su ser y todo aquello en que imprime el sello de su acción (propiedad privada).

Además, la Ley Natural, tal y como señala Rothbard, es el conjunto de normas que el hombre es capaz de descubrir por medio de la razón. Al igual que acontece en el análisis del primer (acción humana) y segundo nivel (relaciones de intercambio), el estudio de las instituciones ha de ser abordado desde el método apriorístico-deductivo. Y es que todo parte de la acción humana, incluido el nacimiento y desarrollo espontáneo de las instituciones sociales, aunque éste tenga lugar de un modo inconsciente y no deliberado.

No obstante, la acción humana es el axioma básico de partida y, por lo tanto, todo ámbito de las Ciencias Sociales (inclusive las instituciones o tercer nivel) debe ser retrotraíble a éste, tal y como enunciaron Menger y Mises. No es posible comprender o estudiar el mercado como institución sin recurrir a la acción humana, por lo que, en todo caso, el método adecuado debe ceñirse alapriorístico-histórico-deductivo. No obstante, el propio Menger logra explicar el surgimiento evolutivo del dinero partiendo de la necesidad natural de intercambio que tienen los hombres para satisfacer sus fines subjetivos concretos, situando así el dinero como un “medio” para el cumplimiento de un determinado fin (intercambio).

En su obra, Rothbard aborda este campo enumerando una serie de principios éticos universalmente válidos que, partiendo del respeto y cumplimiento del Derecho Natural, son enunciados mediante la aplicación del método apriorístico-deductivo. De ahí que se centre, sobre todo, en desmontar el Estado, al ser concebido como un ente ilegítimo e inmoral desde la óptica austríaca del respeto a los derechos inalienables de todo individuo. Una idea que enlaza, sin duda, con la Teoría de la Eficiencia Dinámica elaborada por Huerta de Soto.

Por ello, el anarcocapitalismo que defiende Rothbard es la representación más pura del orden espontáneo del mercado en todos sus ámbitos, incluyendo, el derecho, la justicia, la seguridad o el sistema político. En el seno de la Ciencia Económica, el anarcocapitalismo se ocupa de la teoría general del orden espontáneo extendido a todas las áreas sociales incorporando, además, por contraste y oposición, el análisis de los efectos de descoordinación social generados por el estatismo en cualquier parcela en que incida.

El objetivo de Rothbard consiste, única y exclusivamente, en articular una serie de leyes y principios básicos a nivel institucional partiendo del axioma de la acción humana a través del método apriorístico-histórico-deductivo, al igual que hicieron Menger y Mises, entre otros autores, en el primer y segundo nivel.

Su obra se centra en desmontar punto por punto la supuesta legitimidad del estado con lo que, una vez eliminado, el resultado natural conduce a una suerte de anarcocapitalismo cuyos efectos y consecuencias son del todo imprevisibles, ya que dicho sistema tan sólo existe a nivel teórico. En este sentido, mas que la elaboración de una utopía irrealizable, Rothbard efectúa un original ejercicio consistente en proponer alternativas teóricas a la provisión de servicios que, en la actualidad, son públicos, pero que bien podrían ser privados. Sin embargo, ello no quiere decir que, de llegarse a tal situación (ausencia de estado), se alcancen los mismos resultados. En tal caso, todo dependerá del incierto e imprevisible devenir del orden espontáneo.

Lo único que plantea Rothbard es la necesidad de eliminar el estado (anarcocapitalismo) con el único fin de propiciar la existencia de un contexto libre de toda coacción pública para que dicho orden se extienda y crezca en toda su intensidad.

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