miércoles, 12 de agosto de 2015

La fracasada guerra contra la pobreza

Tibor R. Machan es un académico investigador de la Hoover Institution, profesor de la Escuela Agyros de Negocios de la Universidad Chapman, y académico asociado del Cato Institute.

Lo único que acaba con la pobreza es la riqueza y para alcanzar la riqueza hay un solo camino: el trabajo. Es cierto que algunos alcanzan la riqueza por suerte o por accidente, pero ese no es un camino confiable. Por lo tanto, la petición del columnista Nicholas Kristoff, del New York Times, al presidente Bush de lanzar una guerra mundial contra la pobreza es una mala idea.


Erradicando el mal europeo

Richard W. Rahn es Director del Center for Economic Growth y académico asociado al Cato Institute.


Europa sufre de una debilitante gripe económica: excesiva dependencia del gobierno. Esa dependencia está debilitando su espíritu y su vitalidad económica, lo cual se nota principalmente en Alemania, Francia e Italia. Es necesario que ayudemos a nuestros amigos europeos a combatir esa enfermedad, no con un nuevo Plan Marshall, sino con una sana campaña de educación económica.


EE.UU.: ¿Retirando su apoyo al libre comercio?

Daniel J. Ikenson es director del Centro Herbert A. Stiefel para Estudios de Política Comercial del Cato Institute.
No es un secreto que la opinión del mundo sobre EE.UU. y sus políticas públicas es negativa. Sin embargo, la administración de Bushâ€"con el apoyo del congresoâ€"está exacerbando esas percepciones con una postura comercial sorprendentemente antagonística. EE.UU. se ha convertido en el rebelde del comercio internacional. Basta considerar la posición de EE.UU. en la extensa disputa con Canadá sobre la madera blanda. Inicialmente EE.UU. impuso aranceles por antidumping y subsidios por sobre la madera canadiense en el 2001.


¿Quién paga por los subsidios agrícolas?

Marian L. Tupy es analista de políticas públicas del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute y editor del sitio Web www.humanprogress.org.
Peter Mandelson, el representante comercial de la UE, dijo el 11 de noviembre que las negociaciones de la ronda de Doha sobre la liberalización comercial (Dec. 13-18) en Hong Kong probablemente fallarían. “El problema”, dijo él, “es que lo que sea que ofrezcamos no es suficiente para los productores y exportadores altamente competitivos y muy agresivos como Brazil, Australia, Nueva Zelanda, y EE.UU.”
El Sr. Mandelson debería resistir los pedidos proteccionistas de la UE y aferrarse a la ambiciosa propuesta de liberalización comercial delineada por si contraparte estadounidense. La UE (como también EE.UU.) ganaría mucho al cortar y, eventualmente, eliminar sus programas de soporte agrícola.


Constitución europea, suspiro socialista

Marian L. Tupy 


 analista de políticas públicas del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global del Cato Institute y editor del sitio Web www.humanprogress.org.
El sábado 13 de diciembre fracasó en Bruselas la cumbre de negociaciones sobre el proyecto de constitución para Europa. Esa constitución es el último suspiro del socialismo europeo. Con sus 260 páginas y 70 mil palabras es una de las despedidas más largas y menos inspiradas de la historia humana. Lo mismo que el emperador romano Diocleciano, quien trató de frenar la caída de su mal administrado imperio haciendo tallar sus absurdos decretos en piedra, Giscard D'Estaing y sus compañeros redactores laboraron por meses para codificar el venerado modelo de la "economía social de mercado".


Argentina: Tres razones para desinflar la burbuja del Estado

Adrián Ravier es Doctor en Economía Aplicada por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y profesor de Macroeconomía en la Universidad Francisco Marroquín.

Cuando los historiadores económicos se refieren a las grandes crisis económicas del siglo XX —y lo que va del siglo XXI— identifican cada caso con una burbuja. En la crisis de los años 1930, por ejemplo, los historiadores observaron burbujas bursátiles e inmobiliarias. La crisis dot-com de 2001 en EE.UU. fue la burbuja bursátil de las acciones relacionadas a internet. La Gran Recesión de 2008, también en EE.UU., fue el desenlace de la burbuja inmobiliaria gestada desde fines de 2001. La crisis europea actual fue la de una burbuja inmobiliaria, seguida de una burbuja del gasto público que se ha pinchado en varios países, pero queda aún una brecha importante por corregir. Vale aclarar que las economías solo lograron recuperarse de las distintas crisis mencionadas cuando las burbujas se terminaron de desinflar y emprendieron un proceso de formación de capital a través del ahorro y la inversión.


México: Despetrolizando

Macario Schettino es profesor de la División de Humanidades y Ciencias Sociales del Tecnológico de Monterrey, en la ciudad de México y colaborador editorial y financiero de El Universal (México).

Ya alguna vez le he comentado que México no es un país petrolero, y que sólo pareció serlo durante el tiempo de Cantarell. Antes del descubrimiento de este inmenso manto, apenas si nos alcanzaba lo que producíamos para nuestro consumo. Ahora que se acaba, igual. Pero la creencia es difícil de corregir. Si el mito del cuerno de la abundancia ha durado más de 100 años, pues el del petróleo tiene un par de décadas más de vida, yo creo.


Planes gubernamentales: despilfarro, fraude y corrupción

Hana Fischer es analista política uruguaya.
Todos los días la prensa independiente nos informa de un nuevo escándalo, referido al manejo de los dineros públicos en las obras sociales. El despilfarro, el fraude y la corrupción es el ambiente habitual que envuelve al llamado “Estado Benefactor”. Incluso en los países más honestos, las acciones de beneficencia pública generan insatisfacción, porque es muy grande la distancia que separa a los objetivos proclamados de los resultados concretos obtenidos.


Gradualismo

Tibor R. Machan es un académico investigador de la Hoover Institution, profesor de la Escuela Agyros de Negocios de la Universidad Chapman, y académico asociado del Cato Institute.

Desde que me convencí que la sociedad enteramente libre es tanto justa como posible, he estado consciente de la disputa que existe entre aquellos que comparten mi convicción. Algunos de ellos mantienen que, siempre y cuando no incluya una pérdida mayor de libertad individual, cualquier adelanto en la dirección correcta, aun si no conduce inmediatamente a la libertad total, es positivo y valioso. Otros insisten en todo o nada: ningún desplazamiento lento hacia la libertad es aceptable porque da la impresión que nos estamos volviendo cómplices en evitar la libertad total.


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