lunes, 17 de septiembre de 2012



La selección de la transparencia

Alberto Begné Guerra*
 
Hay momentos políticos en los que se reúnen las condiciones propicias para realizar cambios trascendentes. Muchas veces, por diferentes causas, son desaprovechados. En nuestro caso, el último se presentó hace 12 años, cuando Vicente Fox tuvo la oportunidad histórica de impulsar reformas estructurales con la fuerza de la legitimidad democrática con la que arribó al poder. Pero la echó por la borda.
 
Su frivolidad e ignorancia consumieron en empeños de relumbrón aquel momento que, con visión de Estado, pudo haber significado un punto de inflexión en la orientación, las reglas y el ejercicio del poder público. La alternancia, en efecto, no produjo la transformación de las estructuras y los intereses del viejo régimen ni delineó un nuevo modelo de desarrollo a favor del bienestar de la mayoría.

 
Hoy estamos nuevamente en un momento propicio para impulsar y concretar reformas relevantes: concluyó el proceso electoral sin mayor conflicto; el relevo gubernamental transcurre en un clima de colaboración; los líderes parlamentarios han mostrado disposición al diálogo; y diversas organizaciones de la sociedad civil están participando con aportaciones valiosas.


La agenda es muy amplia y, por ello, es fundamental una buena selección y un adecuado procesamiento de los asuntos prioritarios. La clave radica en aprovechar las condiciones señaladas, maximizar los rendimientos del capital político disponible y minimizar los costos de las negociaciones, las decisiones y los cambios que, por definición, afectan intereses creados.


Enrique Peña Nieto ha colocado en primer lugar una iniciativa de fondo en materia de transparencia y acceso a la información gubernamental. No es casual que así sea. Su decisión tiene, por una parte, una dimensión simbólica: erradicar la añeja percepción que asocia al PRI con la corrupción. Pero es también una decisión con intenciones concretas muy relevantes.   


La evolución de las normas e instituciones en esta materia ha significado un avance real contra la opacidad y la discrecionalidad; pero el diseño original estableció limitaciones en sus alcances y desequilibrios en su aplicación, tanto entre los poderes federales como en los ámbitos locales.


La iniciativa busca ampliar la esfera de competencia del IFAI, dotarlo de autonomía constitucional, fortalecer los efectos de sus resoluciones y homologar criterios, parámetros y sanciones en todos los espacios de la vida pública.


Esta iniciativa deberá ser acompañada de otras que, en suma, consoliden un marco eficaz en materia de transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción. Son exigencias fundamentales para avanzar hacia la legalidad y la gobernabilidad democráticas.


Por ello creo que la selección de la transparencia es señal de un buen comienzo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario