miércoles, 12 de septiembre de 2012

La batalla, en ocho estados

La batalla, en ocho estados

Emili J. Blasco
Es en los estados llamados «swing», porque tradicionalmente se balancean entre uno y otro partido o porque en esta ocasión no se decantan claramente por un candidato, donde se libra la batalla electoral estadounidense. Se considera que el relativo empate se registra en ocho estados, después de que la designación de Paul Ryan, congresista por Wiscosin, como candidato republicano a vicepresidente añadiera ese estado a la lista, formada además por Colorado, Florida, Iowa, New Hamsphire, Nevada, Ohio y Virginia.
Esos ocho estados suman 95 votos en el colegio electoral que designa al presidente. El reparto del resto da ventaja a Barack Obama, que tendría 237 votos contando los 18 estados «azules» donde su victoria es segura o probable, frente a los 206 votos de Romney en los 24 «rojos» en los que se cuenta con que ganará (a diferencia de otros países, el azul corresponde a demócratas y el rojo a republicanos). Romney, pues, necesita captar más estados «swing» que Obama para llegar a los 270 con que se ganan las elecciones.
Colorado
La victoria de Obama en ese estado en 2008 rompía una sucesión de ocho elecciones consecutivas de triunfo republicano. No está claro que Romney pueda recuperarlo, aunque el importante voto católico puede verse atraído por una candidatura de la que forma parte el católico Paul Ryan.
Florida
Es el estado con más votos electorales, 29, del «balanceo». Decisivo en el desempate Bush-Al Gore, fue para Obama en 2008. Los problemas inmobiliarios de la crisis han dañado la imagen del presidente, quien no obstante podría benefiarse del miedo de los jubilados, retirados a este estado soleado, a la reforma sanitaria anunciada por Romney.
Iowa
Es uno de los lugares de EE.UU. con menos paro, lo que juega en favor del presidente, que ya se lo anotó hace cuatro años. Pero el fuerte componente de conservadurismo social de la población de este estado del medio oeste puede esta vez verse atraída por Romney-Ryan.
New Hampshire
Normalmente más orientado hacia los demócratas, aunque con elevado número de independientes, el hecho de que Romney tuviera su residencia al sur del estado puede ayudar a que el presidenciable republicano se vea primado. Es el estado ganado por Obama en 2008 que más fácilmente puede caer de lado de Romney.
Nevada
La crisis económica se ha cobrado especial peaje en Las Vegas, por lo que el clima electoral no es especialmente favorable al presidente. No obstante, el aumento de la población hispana puede contar a su favor, dada la dura retórica de Romney sobre inmigración.
Ohio
De los estados «swing» es el que mejor predice el ganador («bellwether state», en inglés), pues en las últimas doce presidenciales el vencedor en Ohio ha llegado a la Casa Blanca. La reducción del paro en esta región industrial mejora las expectativas de Obama, pero este tiene déficit de atracción entre el segmento de obreros blancos.
Virginia
Hasta hace cuatro años, en que ganó Obama, y por siete puntos, este estado nunca se había considerado «swing», pues era de claro voto republicano. Pero el cambio demográfico, sobre todo por la inmigración en el norte, en el límite urbano con Washington, deja abierto el resultado.
Winsconsin
Al comienzo del año electoral, este estado de los Grandes Lagos se atribuía al campo demócrata. La elección de Ryan, nacido en Wisconsin, por el que es diputado, hace más impredecible el desenlace. La inclusión de Ryan en el tícket republicano no ha supuesto un repunte en los sondeos nacionales, pero sí en los de Wisconsin.

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