La respuesta no es sencilla, pero a continuación veremos que no sólo podrá tener un impacto directo en la disminución del consumo de las familias, sino que le podría suponer a Barack Obama la pérdida de las presidenciales.
¿Por que sube el petróleo?
En primer lugar, hay que preguntarse: ¿por qué sube el precio del petróleo? Según la ley de la oferta y la demanda todos entendemos que un aumento en el precio puede estar impulsado por un aumento de la demanda o por una disminución de la oferta de este recurso natural. En el contexto actual y como consecuencia del embargo impuesto a Irán por Estados Unidos y Europa, los mercados están anticipándose a las posibles consecuencias que surgirán tras la entrada en vigor, el próximo 1 de julio, de dicha medida. Máxime cuando Irán, a mediados de febrero, suspendió las exportaciones de petróleo a Gran Bretaña y Francia, tras haber apoyado las sanciones impuestas por la Unión Europea, con el consecuente aumento del precio de barril de crudo de Brent, que se ha situado por encima de la barrera de 120 dólares.Siendo Estados Unidos un país donde el principal medio de transporte es el automóvil, una subida en el precio de galón de gasolina puede mermar de forma directa el gasto en consumo familiar destinado a otras actividades que benefician a otras industrias como las del ocio, restaurantes, automóvil, etcétera. En la actualidad el precio medio del galón está situado en torno a los 3,80 dólares, aunque en algunos estados como California se acerque a los 4, y ya se ha comenzado a apreciar el impacto de esta subida en algunos indicadores macro como la inflación, la confianza del consumidor o la lectura de gastos e ingresos personales del pasado mes que, aun aumentando levemente, quedaban por debajo de las previsiones de los analistas, ya que los americanos están empezando a mostrar su preocupación por una bajada de su nivel adquisitivo. De igual modo, la subida del petróleo podría tener un impacto directo, por un lado, en las ganancias de las empresas, por incurrir en mayores gastos, y, por otro, en la creación de empleo. Ante dicho contexto y siendo este un año electoral, los republicanos han comenzado a utilizar este hecho como estrategia política al alzarse en contra del actual presidente, quien se ha opuesto desde el principio de su mandato a la continuidad de excavaciones en costas americanas, siendo Canadá, México y Venezuela sus principales fuentes de importación de petróleo.
Obama, por su parte, mantiene su postura e incluso ha instado al Congreso a que corte los actuales incentivos fiscales a empresas petroleras, por un total de 4.000 millones de dólares, y ha manifestado que éstas deberían ampliar estrategias para el desarrollo de nuevas tecnologías que ayuden a afrontar los problemas energéticos actuales.
La última vez que Estados Unidos utilizó parte de su reserva estratégica de petróleo (SPR) fue el pasado junio, cuando decidió vender 30 millones de barriles para compensar los problemas en el suministro de Oriente Medio. Por tanto, no debemos descartar que, si sigue aumentando el precio del crudo en las próximas semanas, vuelvan a utilizar parte de las reservas, en un intento de controlar los precios en aras de asegurar el crecimiento de su economía.
Luisa Martínez, responsable de Análisis de Miramar Capital Asesores EAFI.
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