jueves, 27 de septiembre de 2012

Sin propuestas migratorias nuevas



trabajadores inmigrantes
"We asked for workers. We got people instead." ― Max Frisch
En lo político, la semana que trascendió fue bastante interesante. Luego de la aparición del controversial video de Mitt Romney (y su desestimación del 47% del electorado), ambos candidatos se presentaron en Univisión. No obstante las audiencias partidistas, Jorge Ramos lanzó interesantes preguntas en el tema de la inmigración. Si bien ningún candidato propuso, ni prometió nada nuevo, sus diferencias en cuanto a la política de inmigración eran aparentes. Por un lado, el Presidente Obama no ha podido conseguir que el Congreso apruebe su exhaustiva reforma migratoria (DREAM Act); por el otro, el ex Gobernador Mitt Romney ha sostenido su apoyo a las "auto deportaciones." Para los inmigrantes y aquellos interesados en ver una reforma migratoria, los riesgos en esta elección son, entonces, altos.
Pero detrás de la política que rodea al tema de la inmigración está también su lado más humano. El Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA en Inglés) es un paso adelante, si bien uno temporal, pero hay vidas reales en zozobra por el miedo de que esta ley no se convierta en una solución permanente.
El problema de la inmigración es uno que ha marcado las carreras de generaciones de políticos en la historia de los Estados Unidos. Si bien se alude constantemente al "sueño americano", también se sataniza a aquellos que vienen buscándole. En este país de inmigrantes, el espíritu nativista siempre ha encontrado oportunidad para alzar su voz. Dicho de otra forma, casi todos los grupos étnicos en el país han encontrado discriminación a lo largo de la historia y con el mismo ahínco entonces se les dijo que vuelvan a sus países, a pesar de haber vivido aquí por generaciones.
Y aunque organizarse y votar por candidatos pro inmigración es importante, las estrategias más efectivas a la hora de promover políticas migratorias son aquellas enfocadas a humanizar al inmigrante en el ojo público. Gente como Jose Antonio Vargas le han dado un rostro a los DREAMers que llegaron a este país siendo muy pequeños. De hecho, a partir de un artículo suyo han surgido varios movimientos de jóvenes indocumentados cuyos estados migratorios, uno pensaría, han influenciado la política de Obama en el tema de Acción Diferida.
Otra iniciativa para subrayar las historias de inmigrantes recientes es el Proyecto de Memoria Inmigrante de Tony Hernandez (http://immigrantarchiveproject.com). Los videos documentan las vivencias de inmigrantes de diferentes ámbitos sociales - desde celebridades como Edward James Olmos, hasta universitarios elegibles para el DACA. Aunque estas historias solas no cambiarán el discurso sobre la inmigración, sí pueden cambiar la manera en la que los inmigrantes se ven a sí mismos. En vez de ser ninguneados, los inmigrantes ahora pueden verse como agentes políticos cuyas historias personales son dignas de ser transmitidas.
Tal como lo dice la cita al comienzo de esta entrada, los inmigrantes son más que unidades de trabajo, fácilmente desplazables para nuestra conveniencia. Ellos son los abuelos, padres, hijos, hijas, miembros de una comunidad. En virtud de esto, ellos también poseen sueños y aspiraciones para sí y su descendencia. Hay millones de inmigrantes en este país con visas de trabajo y tarjetas de residencia, y millones que carecen de documentación alguna.
Cabe entonces recordar que mientras los políticos sortean el tema de la inmigración, no sólo mantienen en vilo a las reformas, sino también a las vidas que éstas afectan. Como lo dijo el mismo Mitt Romney, no sería posible deportar a 12 millones de personas. Pero estados como Arizona y Alabama se están asegurando de que las vidas de miles de inmigrantes sean tan atroces que su única opción sea irse por voluntad propia, con consecuencias nefastas para los mercados laborales, especialmente el agrícola en Estados Unidos.
Con suerte y el debate sobre la reforma migratoria seguirá su curso luego de la elección. Si bien todas las voces necesitan ser escuchadas, siempre hay oportunidad para que los lideres tomen un paso adelante y se conviertan en la voz de aquellos que encarnan el futuro de la nación. Somos en gran parte el producto de nuestros ancestros, cuyos rumbos los condujeron a este país desde tierras lejanas. Nos concierne entonces honrar esa tradición de país inmigrante y conversar de manera continua y responsable el tema de la inmigración.

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