HUECONOMÍA – GUILLERMO FÁRBER
Revista Vértigo
“Deficits don’t matter”?
La expresión
la hizo famosa el “tirachueco” vicepresidente de EU, Dick Cheney, quien
“justificaba” así los salvajes excesos gastalones de sus afanes imperiales.
¿Pero qué crees, queridolectora? Resulta que, como dice el sentido común
proscrito por el keynesianismo, los déficit siempre sí importan. Y mucho.
Esta sola
frase resume el broncón de la economía gringa (y global, de hecho): “El gobierno
federal gasta casi $3 dólares por cada $2 que recaba en impuestos. Ese
monstruoso déficit ha sumado en los últimos 4 años $5 billones
(trillones anglos) a la deuda nacional oficial, llevándola ya a $16 billones. Pero si calculas el
balance como lo tienen que hacer las empresas privadas (es decir, de acuerdo
con las Normas de Contabilidad Generalmente Aceptadas) el monto real de la
deuda federal es mucho, mucho mayor: llega a $211 billones.
¿No te eriza
los pelos de la nuca esta cifra, queridolectora? Debería. Es más o menos toda
(TODA) la riqueza creada por todo nuestro país (TODO) en toda su historia
independiente (TODA) desde Hidalgo para acá.
Oficialmente,
el gobierno gringo hace crecer la deuda nacional 4 veces más rápido de lo que,
oficialmente, crece su economía. Pero si incluyes sus compromisos welfare
con la población ('unfunded obligations' como seguro social, pensiones,
Medicare, Medicaid, cupones de alimento, seguro de desempleo, etc.) la deuda
crece a un ritmo ¡20 veces mayor que la economía!
HAY COSAS QUE NO PUEDEN SER, AUNQUE
PAREZCAN IMPOSIBLES
Esto es
obviamente insostenible y lo entiende hasta un chimpancé recién nacido (aunque
no un doctorado en economía, desde luego). Más pronto o más tarde el gobierno
de EU no tendrá más opción que cortar gastos y/o subir impuestos, en grados
brutales. Cuanto más siga posponiendo estos ajustes, peor será la sacudida (y
ya llevan al menos veinte años de retraso). El impacto político será imposible
de asimilar por el sistema “democrático” que hasta ahora rige ahí.
¿Y qué
crees? A pesar de las estrellitas rosas que hoy expectoran sus candidatos
presidenciales, una fuente muuuuuuucho más autorizada que ellos (la CBO, Congressional
Budget Office, agencia del poder legislativo que lo provee de datos
económicos) confirma este cruel diagnóstico: la deuda gringa anda ya en el piso
114 del edificio. Como le es políticamente imposible bajar por las escaleras, y
lo único que puede hacer es ascender aún más, es sólo cuestión de tiempo para
que las circunstancias (la hiperinflación inducida por la emisión desbocada vía
QE y/o el agotamiento del financiamiento foráneo y/o el alza de las tasas de
interés) la lancen sin paracaídas por la ventana contra la acera.
Entiendo a
esos pobrecitos políticos: no hay mayor diferencia entre lanzarse al vacío
desde el piso 114 que desde el piso 121; de todos modos será un mega batacazo.
Así que sigamos contándole mentiras al electorado: sí se puede bajar por las
escaleras, estamos apenas en el piso 3, la luna es de queso… y los chinos son
los culpables de todo.
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