domingo, 16 de septiembre de 2012

“Deficits don’t matter”?



HUECONOMÍA – GUILLERMO FÁRBER
Revista Vértigo

Deficits don’t matter”?

La expresión la hizo famosa el “tirachueco” vicepresidente de EU, Dick Cheney, quien “justificaba” así los salvajes excesos gastalones de sus afanes imperiales. ¿Pero qué crees, queridolectora? Resulta que, como dice el sentido común proscrito por el keynesianismo, los déficit siempre sí importan. Y mucho.

Esta sola frase resume el broncón de la economía gringa (y global, de hecho): “El gobierno federal gasta casi $3 dólares por cada $2 que recaba en impuestos. Ese monstruoso déficit ha sumado en los últimos 4 años $5 billones (trillones anglos) a la deuda nacional oficial, llevándola ya a $16 billones. Pero si calculas el balance como lo tienen que hacer las empresas privadas (es decir, de acuerdo con las Normas de Contabilidad Generalmente Aceptadas) el monto real de la deuda federal es mucho, mucho mayor: llega a $211 billones.
¿No te eriza los pelos de la nuca esta cifra, queridolectora? Debería. Es más o menos toda (TODA) la riqueza creada por todo nuestro país (TODO) en toda su historia independiente (TODA) desde Hidalgo para acá.
Oficialmente, el gobierno gringo hace crecer la deuda nacional 4 veces más rápido de lo que, oficialmente, crece su economía. Pero si incluyes sus compromisos welfare con la población ('unfunded obligations' como seguro social, pensiones, Medicare, Medicaid, cupones de alimento, seguro de desempleo, etc.) la deuda crece a un ritmo ¡20 veces mayor que la economía!

HAY COSAS QUE NO PUEDEN SER, AUNQUE PAREZCAN IMPOSIBLES

Esto es obviamente insostenible y lo entiende hasta un chimpancé recién nacido (aunque no un doctorado en economía, desde luego). Más pronto o más tarde el gobierno de EU no tendrá más opción que cortar gastos y/o subir impuestos, en grados brutales. Cuanto más siga posponiendo estos ajustes, peor será la sacudida (y ya llevan al menos veinte años de retraso). El impacto político será imposible de asimilar por el sistema “democrático” que hasta ahora rige ahí.
¿Y qué crees? A pesar de las estrellitas rosas que hoy expectoran sus candidatos presidenciales, una fuente muuuuuuucho más autorizada que ellos (la CBO, Congressional Budget Office, agencia del poder legislativo que lo provee de datos económicos) confirma este cruel diagnóstico: la deuda gringa anda ya en el piso 114 del edificio. Como le es políticamente imposible bajar por las escaleras, y lo único que puede hacer es ascender aún más, es sólo cuestión de tiempo para que las circunstancias (la hiperinflación inducida por la emisión desbocada vía QE y/o el agotamiento del financiamiento foráneo y/o el alza de las tasas de interés) la lancen sin paracaídas por la ventana contra la acera.
Entiendo a esos pobrecitos políticos: no hay mayor diferencia entre lanzarse al vacío desde el piso 114 que desde el piso 121; de todos modos será un mega batacazo. Así que sigamos contándole mentiras al electorado: sí se puede bajar por las escaleras, estamos apenas en el piso 3, la luna es de queso… y los chinos son los culpables de todo.

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