sábado, 15 de septiembre de 2012

Capriles aprieta el paso por calles venezolanas en busca de votos

Ariana Cubillos / AP

EFE

A poco más de tres semanas de las elecciones presidenciales en Venezuela, el candidato unitario de la oposición, Henrique Capriles, ha acelerado su visitas por distintas poblaciones del país en busca de los votos para derrotar al actual presidente, Hugo Chávez.
En maratonianas jornadas que incluyen traslados aéreos, tramos por carreteras y a pie, Capriles acelera el paso en las visitas que lo han llevado a “más de 240 pueblos” desde el 1 de julio, cuando se abrió la campaña que concluirá el próximo 4 de octubre.

Esta semana, una de las más convulsas para su campaña tras las denuncias sobre presuntos sobornos a un diputado de la coalición opositora y los enfrentamientos entre oficialistas y opositores en uno de sus viajes, Capriles no ha detenido su periplo “pueblo a pueblo”.
Entre el jueves y viernes, viajó al oriente del país y, tras pernoctar en Caracas, se desplazó al occidente venezolano, para encabezar caminatas o caravanas que concluyen con concentraciones de seguidores de los distintos partidos de oposición.
“Caramba, las mujeres están hoy agresivas”, dijo en tono jocoso a Efe un hombre que se identificó como Reyes Molina al observar cómo numerosas seguidoras trataban de tocar o ver de cerca a Capriles mientras se abría paso en una caminata en Barquisimeto (oeste).
La escena también se vivió el jueves en Cantaura, estado Anzoátegui (este), adonde Capriles llegó con retraso tras anunciar la expulsión de las filas opositoras del diputado Juan Carlos Caldera, acusado por el chavismo de extorsión y soborno aunque éste asegura que recibió una contribución a su campaña para una alcaldía.
Capriles ha salido al paso de los intentos de vincular ese hecho con su campaña al denunciar una “guerra sucia” e intentos de detener su recorrido por el país donde, según él, plantea los problemas y desmonta la “cháchara” oficial.
Mientras, a su paso, desata euforia entre los habitantes de las localidades donde resurgen banderas azules, amarillas, naranjas y blancas de los partidos opositores.
Entre empujones, gritos y el estruendo de cohetes, Capriles invierte los días que le quedan antes de las elecciones del 7 de octubre en ganar adeptos y conquistar a los indecisos, cuando las encuestas dan resultados dispares pero mayoritariamente a favor de Chávez.
“Teníamos mucho tiempo que no sentíamos esta alegría, estos aires de triunfo, porque tenemos hoy aires de triunfo”, declaró, por su parte, a Efe Fanny Yepes, una profesora jubilada que intentaba llegar hasta el punto de la concentración en Barquisimeto.
Capriles ha insistido en lo que considera promesas fallidas de la administración del presidente así como en el programa que defiende el chavismo.
“¿Dónde está la solución al problema del agua, de los servicios públicos, dónde está el planteamiento para la salud?”, afirmó este viernes en Carora, y remató exclamando que “Venezuela es un país que tiene más futuro que pasado”.
Sus seguidores, entretanto, cifran sus esperanzas en el “flaquito”, un abogado de 40 años, de quien destacan su juventud frente a Chávez, de 58 años.
“Es un muchacho joven, que inspira confianza”, afirmó en Cantaura Carmen Tineo, un ama de casa que esperaba ansiosa a Capriles, y quien asegura que “jamás” votó por el actual presidente.
Luciendo su gorra con el tricolor nacional y sus atuendos deportivos, Capriles tiene 22 días por delante para, con el cara a cara con la gente, desbancar del poder al chavismo que desde 1998 no conoce la derrota en una votación presidencial.

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